(Nicolás de Cárdenas/ReL)

Tres fuerzas minoritarias de inspiración cristiana buscan el próximo domingo llevar su voz hasta el Parlamento Europeo. Todas se sienten herederas y deudoras de la tradición y el Magisterio de la Iglesia y, por supuesto, de su Doctrina Social, aunque, como recuerda la encíclica Gaudium et Spes, ninguno de ellos, ni otros, podrán abarcar en su totalidad esta doctrina. El partido Familia y Vida (PFyV), liderado por Rafael Llorente Martín, tiene como ejes de su acción política la justicia social, la defensa de la familia, el derecho a la vida y la libertad de educación. Estos cuatro ejes, según su declaración de intenciones de cara a esta campaña electoral, debe llevar a lograr que «Europa deje de ser sólo el Viejo Continente parta pasar, como ha demostrado a lo largo de la historia por mucho motivos, un modelo de libertad en el que muchos sientan la necesidad de reflejarse». Así, denuncian la existencia de «regulaciones laborales que exprimen al trabajador […] y que no permiten el respeto a jornadas laborales por las que tanto se luchó tiempos atrás, en aras de un respeto a la persona y una posibilidad de conciliación familiar no hacen posible una Europa social justa». Del mismo modo, PFyV, apuesta por combatir «la inclusión en las legislaciones […] de atentados contra la vida en sus inicios y en sus momentos finales, llegando incluso a proponer la regulación de semejante atentado como derecho» y la «injerencia permanente» de los Estados en el derecho de los padres a educar a sus hijos según sus convicciones. FyV también propone cambiar «una estructura europea excesivamente jerarquizada y exenta de valor democrático» que contribuye de forma negativa a la participación social y ciudadana». Para Solidaridad y Autogestión Internacionalista (SAIn), los problemas más urgentes a resolver en Europa, son el robo a los países empobrecidos a través de los acuerdos comerciales y la Política Agraria Común, que causan hambre, el paro y la explotación de los trabajadores, especialmente de los inmigrantes; la abolición internacional de la esclavitud infantil que está favorecida, entre otras cosas, por el trato de socio preferente de la UE a China y la corrupción existente en las instituciones europeas a causa de los altos sueldos existentes y los grupos de presión que operan en ellas. Para resolverlos, la formación encabezada por Rodrigo Lastra, propone «la abolición de toda legislación que atenta contra los trabajadores inmigrantes y un salario justo para todos los trabajadores», así como potenciar «acuerdos comerciales justos con los países empobrecidos» ya que, aseguran, «los recursos movilizados para ayudar a la banca demuestran que, si se quisiera, se podría acabar con el hambre del mundo hoy mismo». Respecto a los propios partidos políticos, SAIn apuesta por establecer un «salario mínimo interprofesional para los cargos electos» y que su financiación se realice «con las aportaciones de sus afiliados exclusivamente». Por último, en discurso de esta formación de la izquierda cristiana, no podía obviarse su «defensa integral de la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural». La declaración política de Alternativa Española (AES) de cara a las elecciones europeas tiene por objetivo aportar ideas que permitan «construir la Europa del trabajo, de los valores y de las patrias» desde su posición declarada de «euroescépticos». Posición que, explican, supone compartir «la idea de Europa que sus fundadores desearon» y que será posible recuperar «con una participación activa de los que creemos en una Europa punto de encuentro y de defensa de los intereses de nuestras Patrias». Para ello han establecido una alianza con los «tories» británicos liderados por Daniel Hannan, que recientemente han abandonado al Partido Popular Europeo. Es punto de encuentro, sólo es explicable para la formación liderada por Rafael López Dieguez, desde la perspectiva de una identidad europea clara, «síntesis cultural que funde, en el crisol del cristianismo, las aportaciones helénica y romana» y que no puede admitir ampliaciones a países como Turquía o Marruecos que contribuya a la «marginación de todos y cada uno de los valores que han caracterizado la cultura, la civilización, las costumbres y los usos europeos». Aes es partidaria además, de articular la integración de las naciones europeas desde la cooperación «terminando con las políticas de quorums privilegiados en manos del eje París-Berlín» y reforzando la soberanía de los Estados. En el campo de los derechos sociales, AES se compromete a llevar a cabo actuaciones para defender la vida, prohibir la eutanasia, oponerse a la manipulación embrionaria y a la clonación terapéutica, defender a la persona frente a la explotación sexual, avanzar en la protección de la familia y a garantizar el derecho de los padres a escoger libremente, «sin barreras económicas», la educación que deseen para sus hijos. La CTC no se presenta La cuarta fuerza extraparlamentaria inspirada en la Doctrina Social de la Iglesia que ha tratado de presentar una candidatura para lograr representación en la Unión Europea es la Comunión Tradicionalista Carlista (CTC). Sin embargo, según reconoce su propia Junta de Gobierno, no ha sido capaz de materializar una coalición en la que se defendieran los cuatro principios prepolíticos no negociables, a saber: vida, familia, libertad y bien común enunciados por Benedicto XVI. Principios que, según reconoce la formación «no colman nuestras aspiraciones políticas como carlistas […] pero que constituyen «un mínimo común para el quehacer político». Según reconoce la formación, se mantuvieron diversos contactos a lo largo de 2008 con partidos como AES, SAIn y Familia y Vida que cristalizaron en la Plataforma por los Principios no Negociables, que se saldó con un acuerdo en asumir esos principios como básicos y constatar que los mismos «no se encuentran bien representados por ninguno de los partidos con representación parlamentaria en España». Dicha plataforma, también fue impusada por el director del diario decano de la prensa en Internet, Hispanidad, Eulogio López. Sin embargo, de esta plataforma no se puedo concretar un acuerdo de cara a los comicios europeos. Tampoco fue posible para CTC lograr un acuerdo con Libertas que, según la versión carlista «en vez de aceptar las condiciones de nuestra Plataforma para presentar una lista coherente con los "no negociables" han presentado finalmente una lista de "centro izquierda", políticamente correcta». En consecuencia, la Junta de gobierno de la Comunión Tradcionalista Carlista, ha invitado a los carlistas a «decidir el sentido de su voto en conciencia, teniendo en cuenta los principios de nuestro ideario así como los principios mínimos no negociables».