(La Vanguardia/ReL) En una extensa entrevista concedida al Magazine dominical del diario La Vanguardia, José Luis Rodríguez Zapatero, analiza sus posiciones respecto al mundo de la fe y la trascendencia del hombre. Así, al ser preguntado por cómo resuelve los enigmas de la vida y de la muerte, asegura que «la vida hay que vivirla sin angustia, y creo que la paz que debes a los demás, que yo trato de infundir a mi alrededor, se consigue en buena medida si no tienes la angustia de pensar qué será de ti una vez que desaparezcas de este mundo. Yo me asomo a ese precipicio de manera pacífica, estableciendo un pacto de aceptación con la naturaleza, que se ha demostrado que tiende al equilibrio salvo cuando la destrozamos los seres humanos. Estoy en paz con el más allá, no me provoca ninguna angustia, ni siquiera persigo el intentar saber, creo que ese es un afán vanidoso del ser humano». El presidente, también es interrogado por dónde sitúa la trascendencia, y es claro al respecto: «Creo que nadie puede conceptualizar de manera sensata y racional lo que puede ser un Ser Supremo que haya provocado la creación y al cual estemos todos sometidos de una manera u otra. Creo que lo que es trascendente es lo que uno puede hacer más allá de su corta existencia». Eso sí, asegura que donde ve más trascendencia es en la «generosidad» que es «aquello que refuta el imperativo biológico de todos los seres: defenderse, ser egoísta. Por tanto, lo que trasciende, lo que va más allá de ese egoísmo biológico, es ser generoso». Eso sí, asegura que «hace tiempo que pienso que ni la religión ni la espiritualidad me van a resolver los interrogantes que tengo sobre el mundo, sobre nuestro origen y destino».