(Nicolás de Cárdenas/ReL) La vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega ha asegurado hoy que «los abusos en Irlanda y el aborto son cosas distintas», al hilo de la polvareda mediática montada sobre una supuesta comparación entre los abusos de religiosos a escolares en la nación bajo el patronazgo de San Patricio y el aborto, realizada por el cardenal Cañizares esta semana. De la vega reconoció que se trata de un tema «muy difícil», pero que ambas cuestiones no tienen «nada que ver». Sin embargo en este punto, lejos de confrontar su postura con el cardenal Cañizares, la vicepresidenta no ha hecho sino refrendar las palabras del prefecto de la Congregación Vaticana para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. En la entrevista concedida el pasado día 27 a la televisión autonómica catalana, el cardenal reiteró hasta en tres ocasiones que ambos asuntos no son «comparables». Las palabras exactas del prelado fueron: «No es comparable lo que puede haber ocurrido en Irlanda. No es comparable lo que está ocurriendo con el aborto: más de 40 millones de seres humanos destruidos legalmente, cuando la legislación tendría que apoyar el derecho y la justicia. No es comparable lo que haya podido ocurrir en unos cuantos colegios en Irlanda, aunque son ciertamente y totalmente desechables y condenables esas conductas de las cuales tenemos que pedir perdón». En este último campo, la vicepresidenta también condenó los abusos y aseguró que «son execrables y constituyen un delito muy grave por el que deberán dar cuenta ante la Justicia sus responsables». Coinciden en distinguir los dos ámbitos y coinciden en condenar los abusos en Irlanda. Demasiada coincidencia, si no fuera porque De la Vega no ha dejado pasar la oportunidad para «tirar» del argumentario socialista: la regulación del aborto sirve en toda Europa «para garantizar los derechos de las mujeres que se encuentran ante una situación de dificultad y para establecer garantías para los profesionales y equidad». Al final, la ecuación que trataba de despejar De la Vega es que la Iglesia católica es «execrable» y el aborto, un «derecho». Pero le ha salido mal.
Reflexión en Irlanda Por otra parte, los veinte obispos de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Irlandesa han emitido un comunicado sobre el informe de abusos a menores en instituciones católicas en el que aseguran que «para abordar adecuadamente los fracasos del pasado, y para proteger a los niños hoy, toda la Iglesia tiene que analizar cómo y por qué pudo desarrollarse este entorno de abusos y volverse endémico». Respecto a las
situaciones denunciadas, los obispos declaran que «nuestra respuesta en curso debe apoyar a los supervivientes de los abusos y promover una civilización del amor para los niños, a fin de que puedan recibir la mejor atención y protección posibles». Los obispos de Irlanda han invitado a miembros de congregaciones religiosas e institutos a su próxima reunión plenaria, que se celebrará en junio, para reflexionar «cuidadosamente» sobre el informe y debatir sus conclusiones y recomendaciones.