(Nicolás de Cárdenas/ReL) «Lo que realmente les irrita es que los ciudadanos ejerzan su libertad eligiendo colegios que a ellos no les gustan. En vez de aceptar que cuando unos padres entregan su solicitud de admisión en un centro educativo ejercen un acto democrático que merece el máximo respeto, buscan mil formas de denigrar a quienes, con todo su derecho, eligen opciones educativas distintas a las que ellos parecen querer imponernos a todos». Así de claro se ha manifestado el director del Colegio Alborada de Alcalá de Henares, José María Calonge, ante la nueva ofensiva planteada por el PSOE contra este proyecto educativo impulsado por la Fundación Tertio Millennio y la Fundación Tajamar (obra corporativa del Opus Dei), identificadas como «organizaciones ultrarreligiosas» por los socialistas. El grupo municipal socialista de la localidad madrileña ha presentado un recurso contra la concesión de uso por parte de la Comunidad de Madrid de dos parcelas del ensanche de la ciudad para la construcción del Colegio Alborada, en el que asegura que la educación diferenciada, para ellos «segregada», es contraria al precepto constitucional que predica la no discriminación por razón de sexos. Del mismo modo, los socialistas alegan que «de las declaraciones de responsables de las fundaciones que integran la empresa concesionaria se deduce una negación de la homosexualidad como una manera más de vivir la sexualidad». Desde el colegio Alborada, su director reprocha a los socialistas que, al tiempo que critican la cesión de suelo público para un centro concertado, utilicen uno de ellos como escenario del arranque de campaña de las elecciones europeas. Del mismo modo, Calonge expone que «sentimos por el Partido Socialista el natural respeto que en democracia merece cualquier opción política, pero quienes ahora parecen ser sus portavoces en Alcalá de Henares están dando un sesgo radical y extremista a sus planteamientos que desdice tristemente de lo que cabría esperar de ellos. Es lógico y positivo que se haga crítica y se haga oposición, pero no es justificable su empeño en inventarse falsedades para denigrar un proyecto por el simple hecho de no coincidir con sus ideas». El Colegio Alborada, cuyos terrenos fueron bendecidos el pasado 1 de mayo por monseñor Reig, pretende abrir sus puertas en septiembre. Educación diferenciada: datos. Según datos del propio colegio, «en los últimos 7 años ha habido 529 escuelas públicas norteamericanas que han adoptado el modelo de la educación diferenciada» y el nuevo encargado de Educación de la Administración Obama «es un firme partidario de este sistema, que ha promovido durante su mandato en Chicago». Y no es para menos pues, apuntan desde el Alborada, «las mujeres norteamericanas que han llegado a lo más alto, a romper lo que allí llaman “el techo de mármol”, han estudiando en colegios solo para mujeres. Nancy Pelosi (la primera mujer portavoz de la Casa Blanca), Sally Ride (primera mujer que viajó al espacio), Madeleine Albright (primera mujer Secretaria de Estado), Condoleezza Rice (primera mujer responsable de la Seguridad Nacional y luego también Secretaria de Estado), Drew Gilpin Faust (única mujer Presidente de Harvard), Christine Todd Whitman (primera mujer gobernadora de un Estado), Hillary Clinton (actual Secretaria de Estado), todas ellas tienen en común haber estudiado en un colegio single-sex». «Esas mujeres no han salido del 93 por ciento de los colegios privados mixtos, sino del 7 por ciento de los que son sólo para chicas» añaden. Por lo tanto, el argumento socialista que asegura que «los colegios diferenciados subordinan las mujeres a los hombres es, cuando menos, una simpleza propia de gente poco documentada». En Inglaterra el caso es parecido. De las 100 mejores escuelas británicas, 81 eran diferenciadas. De esas 100 mejores escuelas, 29 eran públicas y, de ellas, 25 eran escuelas públicas sólo para chicos o sólo para chicas, y eso pese a que sólo el 2 por ciento de las escuelas públicas británicas son single-sex. «Parece claro que la educación diferenciada es un modelo ampliamente reconocido y en alza en países muy desarrollados y con una reconocida madurez democrática, lo cual muestra que no es un modelo regresivo sino todo lo contrario. Es un modelo pedagógico muy respetado y que no tiene nada que ver con la religión ni con la orientación política, y parece claro que en estos histéricos ataques a la educación diferenciada se traslucen claras intenciones políticas e ideológicas, pues carecen de fundamentación pedagógica y caen en demasiado tópicos, descalificaciones y dogmatismos», han recordado desde el colegio Alborada.