(R. Beltrán/ReL) El obispo emérito de Pamplona, monseñor Fernando Sebastián Aguilar, ha remitido una carata a los miembros de Lumen Dei con motivo de la aceptación por parte del Vaticano de su renuncia como coisario Pontificio de la institución. En ella reconoce que «estos meses han sido difíciles y dolorosos» y agradece las atenciones y la colaboración prestada por los que en ese tiempo le aceptaron como Comisario Pontificio ya que, reconoce, «sin algunos de vosotros yo no hubioera podido hacer nada». A quienes se han mantenido «obedientes a los antiguos superiores, a pesar de que hubieran sido destituidos por la Santa Sede», le pide que acojan a monseñor Jesús Sanz, quien le sustituye, «con espíritu de fe y obediencia, como verdadero enviado del Santo Padre» porque «Nadie tiene en la Iglesia ninguna autoridad al margen o en contra de la autoridad unbiversal de la Santa Sede» y «sólo en la obediencia está el buen camino».