(Rafael Beltrán/ReL) La Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España ha remitido al presidente del Gobierno un documento en el que rechaza la nueva legislación sobre aborto que prepara el gabinete ministerial presidido por José Luis Rodríguez Zapatero. La organización presidida por Daniel Rodriguez Ramos, en la imagen, expone las razones por las que la nueva legislación no es éticamente aceptable, no atiende a las causas sino a los efectos y sus efectos serán socialmente contraproducentes. En el apartado ético, a su juicio, se trata de «un atentado contra la vida humana, aunque sea en estado de formación, y, por lo tanto, constituye una clara violación de un derecho humano fundamental, de carácter universal, recogido en la Declaración de Derechos Humanos, como es el derecho a la vida». Además, recuerda al Ejecutivo que «El Estado tiene el mandato constitucional irrenunciable de defender la vida del no nacido, tal como lo indica expresamente la doctrina del Tribunal Constitucional» y que «a alternativa a la no criminalización de la mujer que aborta, no puede ser una renuncia a valores humanos fundamentales». en el mismo sentido, FEREDE advierte que «El aborto no puede ser considerado como un derecho subjetivo de la mujer, ni de la sociedad, ni del Estado». Sin embargo, platea que el derecho a decidir sobre la maternidad «debe entenderse como la libre decisión de evitar el embarazo (sea por medios naturales, o mediante el uso de métodos anticonceptivos), pero no como el derecho a interrumpir libremente el desarrollo de una vida humana». En otro orden de cosas, la federación protestantes señala que el Gobierno yerra con esta ley ya que no atiende a las causas sino a los efectos. Así, asegura que «el aumento de embarazos no deseados es fruto del déficit de un modelo educativo, social, político y económico» y que se produce «en el contexto del debilitamiento de la institución familiar y del sistema educativo como ámbitos fundamentales para la transmisión de valores básicos, como son: la responsabilidad, el compromiso, el esfuerzo, la paciencia y el respeto por la vida». Del mismo modo, FEREDE analiza las consecuencias sociales de la nueva legislación, que serán «contraproducentes» porque «la aceptación social del aborto libre nos hará descender más peldaños en un proceso de deshumanización que fomenta un concepto utilitarista de la vida humana en formación»; «sus defensores ignoran las secuelas físicas y psicológicas que afectan a la mujer que aborta, exponiéndola indirectamente a una situación de desatención que afectará negativamente a la mujer» y porque la factura moral y social será muy alta a medio y a largo plazo».