El primado de Irlanda, el cardenal Sean Brady, espera que la publicación ayer en Dublín de un informe oficial que denuncia abusos a numerosos niños irlandeses cometidos en el pasado en centros católicos, «ayude a sanar las heridas de las víctimas y a afrontar los errores del pasado». Así lo señala en una declaración que la conferencia de obispos católicos de Irlanda ha hecho público , después de que el juez de la Corte Suprema de Irlanda Sean Ryan presentara el extenso documento de la Comisión para la Investigación de Abusos a Niños. «La Iglesia católica está decidida a hacer todo lo que sea necesario para ser un lugar seguro para los niños que les dé vida y alegría», declaró. El arzobispo de Armagh y primado de Irlanda ha afirmado que está «apenado y profundamente avergonzado por el hecho de que los niños sufrieran de esa manera en esas instituciones», al tiempo que ha asegurado que «los niños merecen lo mejor y especialmente de quienes los cuidan en nombre de Jesucristo». Para el cardenal, el informe «arroja luz sobre un periodo oscuro del pasado» y su publicación «es un paso importante y bienvenido en el establecimiento de la verdad, dando justicia a las víctimas y asegurando que tales abusos no vuelvan a producirse». Además, ese analisis «deja claro que se provocó gran mal y daño a algunos de los niños más vulnerables de nuestra sociedad», señaló, y «documenta un vergonzoso catálogo de crueldad: abandono y abuso físico, sexual y emocional, perpetrados contra los niños». Por otra parte, la congregación de los Hermanos Cristianos, hacia la que se dirige la mayor parte de las acusaciones de las víctimas, pidió disculpas «abiertamente y sin reservas a todos los que han sido heridos, ya sea directa o indirectamente como consecuencia de la deplorable actuación de algunos hermanos, o por la inacción o acción inadecuada de la congregación en su conjunto». Según informó el portal irlandés de noticias CiNews , la congregación ha declarado que «reconoce y lamenta» que sus respuestas «a los abusos físicos y sexuales no consideraran los efectos psicológicos sobre los niños a largo plazo».