(ReL) La facción armada palestina Yihad Islámica ha manifestado hoy que la visita del papa Benedicto XVI a Israel supone un «regalo a la ocupación y un desprecio al sufrimiento del pueblo palestino». La organización palestina dice en un comunicado que el viaje del Papa «refleja su cortesía con la ocupación, muestra desdén ante las heridas abiertas en Jerusalén y elude el holocausto que el Ejército israelí llevó a cabo en la franja de Gaza a principios de año». La facción palestina, apoyada por Irán, recordó que Benedicto XVI «provocó encendidos sentimientos entre los árabes y musulmanes» con las declaraciones que hizo en el año 2006 sobre el profeta Mahoma en Ratisbona. Sus palabras desataron airadas protestas en el mundo musulmán, a pesar de que Ratzinger dijo que habían sido «malinterpretadas». Por su parte, Yunis al Astal, un diputado del Movimiento de la Resistencia Islámica (Hamás), que gobierna de facto en la franja de Gaza, dijo hoy que los gobiernos que dan la bienvenida al Papa dañan al profeta Mahoma más que las polémicas declaraciones que hizo Benedicto XVI sobre la religión mahometana. El legislador, al que recientemente el Reino Unido le impidió entrar en su territorio, agregó que el papa Ratzinger es «el Pontífice más pro sionista en la historia de la Iglesia Católica» y recalcó que el islam «no puede reunirse con el resto de las religiones en tanto que no acepta las soluciones intermedias». Petición de expulsión Dos conocidos activistas de la ultraortodoxia religiosa israelí, Baruj Marzel e Itamar Ben Gvir, presentaron hoy en el tribunal de distrito de Jerusalén una demanda para requerir que la corte emita una orden de expulsión contra el Papa. En su demanda, los extremistas exigen al pontífice que devuelva un candelabro de siete brazos (menorah), otros tesoros y miles de escrituras judías que el emperador romano Tito se llevó cuando destruyó el Templo de Jerusalén hace casi dos milenios y que, según ellos, se encuentran en los sótanos del Vaticano. Marzel y Ben Gvir han insistido en que «los rabinos no deben encontrarse con el Papa porque la Iglesia católica torturó y asesinó a judíos y ayudó a los nazis a aniquilar al pueblo judío». Por último, dos ultraortodoxos judíos fueron detenidos hoy en Jerusalén cuando portaban pancartas contra la presencia en el país del papa Benedicto XVI. «Dos hombres fueron interceptados por agentes policiales por llevar pancartas contra el Papa», segúnj manifestó a Efe el portavoz de la Policía israelí, Miki Rosenfeld, que añadió que los detenidos «fueron interrogados y puestos en libertad». Un incidente similar tuvo lugar ayer en la ciudad israelí de Nazaret, con mayoría de población árabe, donde otros dos hombres fueron detenidos cuando repartían panfletos en contra de la visita del obispo de Roma.