(R.B./ReL) Benedicto XVI ha logrado los objetivos que se había propuesto alcanzar en Jordania, país del que se despedirá este lunes para después aterrizar en Israel, considera el portavoz vaticano. El padre Federico Lombardi, S.I., director de la Oficina de Información de la Santa Sede, considera que el balance de esta peregrinación «es muy positivo, pues el Papa ha podido celebrar todos los encuentros previstos por el programa con gran serenidad, con una acogida muy cálida, muy amigable, ya sea por parte de las autoridades del Estado, la familia real, ya sea por parte del mundo musulmán y la comunidad católica». «Me parece muy sabio haber comenzado este viaje por una puerta de paz, una puerta de serenidad -reconoce el sacerdote-. En este momento, Jordania en el escenario de Oriente Medio es un país esencialmente sereno y, por tanto, el hecho de comenzar el periplo de Oriente Medio por este punto creo que ha hecho que el inicio del viaje sea particularmente positivo». Una crisis superada con el islam «Se ve que se convierte en algo cada vez más normal el que el Papa, con una actitud amigable, entre en un lugar de oración de musulmanes. Es un signo del avance en la relación positiva entre cristianos y musulmanes en estos años», ha remarcado el portavoz vaticano, según informa Zenit. En este sentido, el padre Lombardi considera que ya desde hace tiempo se superó la crisis en las relaciones con el Islam surgidas tras el discurso del Papa en septiembre de 2006 en Ratisbona. «Ahora bien, como sabemos, cuando se da un malentendido sobre cuestiones profundas, se necesita toda una serie de pasos y de tiempo para que cicatricen completamente todas las consecuencias. Y, por tanto, no hay que sorprenderse si siguen dándose referencias a ese momento difícil». «Pero ya tenemos más de dos años de experiencias positivas que comenzaron en aquel momento», recuerda. El príncipe Ghazi Bin Muhammed Bin Talal, primo y consejero del rey de Jordania, en el discurso que dirigió al Papa tras la visita a la mezquita, «evocó Ratisbona, pero dijo claramente que es un capítulo definitivamente superado y después saludó al Papa como sucesor de Pedro, algo que en labios de un representante del mundo musulmán es un saludo muy significativo». Apoyo a la minoría católica El otro objetivo que el Papa se planteaba en Jordania era el de apoyar a la pequeña comunidad cristiana (en torno al 3 por ciento) y, a la católica en particular (algo más del 1,5%). «Otra hermosa imagen» que Benedicto XVI lleva en el corazón, según el portavoz, «es la del calor de la comunidad cristiana que acoge al Papa», como sucedió «en la catedral de los greco-melquitas, donde el entusiasmo de la acogida fue impresionante». La Iglesia católica en el país, asegura, es «una Iglesia viva y ha podido demostrarlo al Papa no sólo con la acogida, la cordialidad, y la intensidad de los momentos de oración, sino también con otras circunstancias importantes: en el Centro Reina de la Paz para jóvenes y discapacitados ha inaugurado una nueva sección; en Madaba ha bendecido la primera piedra de una universidad, iniciativa de grandísima importancia no sólo para Jordania sino para todo Oriente Medio, donde el desarrollo que la contribución de la Iglesia da a la cultura será sumamente significativo». «Luego la colocación de las primeras piedras de dos iglesias -la latina y la greco-melquita- en la zona del Bautismo de Cristo muestra que están creciendo los lugares en los que la Iglesia se encuentra». «Ciertamente el hecho de que la visita del Papa haya sido relacionada con estas hermosas circunstancias dice que es una Iglesia que se siente viva y que mira hacia el futuro», añade. Mensaje de paz a israelíes y palestinos Al llegar a Israel y a los Territorios Palestinos, el Papa espera que esta visita «pueda ser verdaderamente un mensaje de paz, de reconciliación, de aliento para las comunidades cristianas que se encuentran en dificultad, un mensaje de esperanza, de confianza, de amor para dar una contribución eficaz para mejorar la situación en toda la zona».