(Rafael Beltrán/ReL) El presidente de Caritas Internationalis, el cardenal Óscar Rodríguez Maradiaga, arzobispo de la diócesis de Tegucigalpa, ha pedido a una docena de embajadores de países europeos ante la Santa Sede que no retiren la ayuda a los países más desfavorecidos en estos tiempos de crisis económica, según reza un comunicado del propio organismo. El presidente de Caritas centró sus explicaciones a los representantes de estos países en cómo la difícil situación económica, los recortes de la ayuda exterior y el cambio climático afectan con especial intensidad a los pobres del mundo. «Los pobres están sufriendo» porque los países ricos están dirigiendo fondos para rescatar empresas en quiebra mientras recortan o «no cumplen su compromiso de ayuda exterior», dijo a los embajadores. «Podemos saludar a 2009 con parálisis o como una oportunidad para el cambio», añadió el Cardenal que deseó que este sea el año para construir «un proyecto para un mundo mejor». El prelado puso especial énfasis en el hecho de que entre 200.000 y 400.000 niños pueden morir si la difícil coyuntura económica se alarga en exceso, al tiempo que advirtió que serán millones los que caigan por debajo del umbral de pobreza durante la recesión. «Cada uno de nosotros tiene la responsabilidad de promover y defender el bien común, y de pedir a nuestros gobiernos que rindan cuentas de sus acciones», afirmó. Conversión en los poderosos En relación con el año paulino, el cardenal Rodríguez Maradiaga deseó que los líderes de los países ricos experimenten, como el apóstol de Tarso, su propio «camino de Damasco». «Tiene que haber una conversión que cambie el viejo sistema de la codicia ciega por uno nuevo en el que se abra los ojos a la justicia y la dignidad de todos».