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Religión en Libertad) Segunda parte de la entrevista que Luis Fernando Pérez, coordinador de Religión en Libertad, ha realizado al fundador y director de
Germinans germinabit.
Nos describía ayer algunas de las circunstancias que motivaron el cierre del blog “De Bello Pallico”… Bueno, sólo algunas de las causas externas, la verdad es que existían causas internas…
¿División quizás entre los que estaban en la sombra? No, nada de eso. Además aunque a nivel de colaboración en lo que a la información e ideas se refiere ya éramos un grupito de sacerdotes y laicos, la responsabilidad era totalmente mía. No, se trató más bien de una cierta incomodidad que en conjunto experimentábamos con los comentarios que se dejaban en cada post. Tratábamos de no censurar a nadie si lo que expresaban era una argumentación o una opinión, pero apareció el “bajo mundo” de la descalificación personal y los “trapos sucios”, es decir, insinuaciones sobre la honestidad moral de las personas. Y ahí, yo no deseaba entrar. El blog corría el riesgo de convertirse más que un foro de debate, en un patio de vecinas.
Y se acabó el blog y nació Germinans como página web. Exacto. Pero para ello fueron necesarios un conjunto de malabarismos un tanto curiosos. No voy a desvelar los más íntimos secretos de la página como tal, pero intentábamos contactar con un “servidor” que no nos obligara a dejar muchas huellas personales y encargar el diseño de la página a alguien de absoluta confianza y discreción. Había que evitar riesgos innecesarios. Y se consiguió…
Utiliza usted un lenguaje propio de una película de espionaje… Yo no sé si de espionaje o de terror. O mejor quizá de todo un poco, se lo aseguro Después, más allá de la logística, nos quedaba aún algo complicadísimo.
¿Aún más? Pues sí, se trataba de comprometer a una serie de gente, sacerdotes y laicos, bien cualificados y entusiastas con el proyecto. Distribuir las columnas, enfocar las temáticas, establecer una cierta coordinación estable. Con los laicos no me parecía tan complicado, pero con los curas, ¡ah, eso era harina de otra costal! El clero es muy difícil de domar, hay mucho francotirador y además los sacerdotes somos muy susceptibles antes las correcciones fraternas. Todo ello también fue un handicap. Además debíamos caminar sobre terreno seguro. Un paso en falso con alguien inadecuado hubiera malogrado el plan.
Pero al final nació Germinans… Era el día de San Juan de Ávila, el 10 de mayo. Germinans nacía con vocación contestaría, con un pronto rebelde, aunque quizá menos “canalla” que “De bello pallico”. Pero el rasgo que más puede definir el proyecto Germinans es la ilusión y la fe sobre las que se sustentaba una convicción muy bien expresada hace pocos días por un lector habitual, el firme convencimiento de que en la Iglesia de Barcelona estábamos ante un gran pantano cenagoso, cenagoso en todos los órdenes, aunque presentado como un oasis muy peculiar. Y eso era pervertir la realidad, un engaño. Por eso nuestro primer objetivo sería tirar la piedra para demostrar que las aguas de ese pretendido oasis tan “sui generis” (aquí el nacionalismo juega un papel muy importante) no son otra cosa que un estanque pútrido. Acto seguido hay que demostrar que se puede desecar ese cenagal, que esas tierras pueden convertirse en sembrados fecundos y además que la buena semilla sembrada en esas tierras dan un magnífico fruto: en una palabra que tras la tierra arrasada por el progresismo volverá a “germinar” la Iglesia. Eso si, los ritmos no los controlamos nosotros, están en manos de Dios.
¿Cuál fue la reacción de su arzobispo cuando supo que pocos días después de la desaparición del blog nacía Germinans? A nuestro Arzobispo lo han tratado de condicionar desde el inicio de su pontificado, no iba a ser diferente ahora. Le referían que éramos como el maquis, que si nos habíamos echado al monte, que debía hacer todo por hacernos desaparecer. Que éramos de aquellos mezquinos que tiran la piedra y esconden la mano… Sabemos que le impelieron para que contratara a unos abogados para que vieran las posibilidades de eliminar la página. De descubrirnos y llevarnos a juicio ante los tribunales civiles. Hasta la posibilidad de una pena canónica pública desde el Tribunal Eclesiástico. No sabes que cúmulo de despropósitos a cual más disparatado.
Y ustedes, impertérritos… “Inconmovibles como la montaña de Sión” como reza el salmo. Eso sí, defendiendo nuestro derecho a pensar diferentemente y a manifestarlo. Desde ese momento aparece en nuestra página aquel logo con la máscara que se hizo famoso en la transición reclamando “libertad de expresión”.
¿Están dispuestos a dar la cara algún día? Nosotros creemos que las cosas se enfocan de manera desacertada. No es que seamos una secta secretista, con ritos iniciáticos de admisión y ocultos objetivos, como los resortes mediáticos del progresismo y las instancias cercanas al poder nos presentan. Eso lo serán otros, no nosotros. Yo quisiera aprovechar la oportunidad que representa esta entrevista para decir a todos los que están obcecados en conocer nuestros nombres, que somos los párrocos que escuchan en las homilías de las iglesias de los barrios periféricos o en el centro de la ciudad, los vicarios que confiesan en las parroquias, los padres de familia que te encuentras cuando llevas a la catequesis a tus hijos; somos aquella señora que te cruzas y saludas en la puerta de aquella librería religiosa o el abogado que te escribe un buen artículo en un semanario o el bibliotecario que te busca aquel libro para organizar una conferencia y te sugiere algún autor olvidado. Germinans es aquel "brancadier" que lleva la camilla contigo cuando vas a Lourdes y es aquel estudiante que asiste a la Misa de la mañana de Mons. Tena en la capilla del Santísimo de la Catedral. Germinans es aquella madre de familia que lleva una pancarta en contra del aborto en el acto de enero en Montjuic y el catequista de Confirmación de un grupo de adolescentes difíciles, pero haciendo experiencia de Dios en todo ello. Eso es Germinans, una Iglesia viva que se esfuerza por vivir la fidelidad a Dios cada día y no se resigna a ver morir la fe en su tierra y que la Iglesia se extinga en Cataluña porque cree convencidamente en la fuerza de la gracia. Y además quiere recordárselo a sus legítimos pastores. No somos como aquellos que desde sus cómodos despachos o sillones se esconden detrás de la “opción preferencial por los pobres” y “las denuncias proféticas” para socavar la Fe de la Iglesia y la Unidad en torno al Santo Padre y los Obispos.
Y dígame, sinceramente: ¿están animados a continuar? Mire, ahora Germinans no es un blog famoso, con alguien detrás que asegura su continuidad. Como le decía, Germinans se ha convertido en un colectivo muy nutrido. Son muchísimos los sacerdotes y más aún los laicos que apuntalan nuestro proyecto. No podemos decepcionarlos. Además no saben nuestros detractores hasta qué punto están cuajando los frutos, y no sólo aquí, en toda España y especialmente en Roma, y no puedo decir nada más. Pero aunque no fuese así, únicamente por el hecho de haber podido agrupar a un colectivo tan anárquico como parte del clero e ilusionarlo a trabajar con el laicado por algo tan noble como un servicio mayor y más fiel a la Iglesia, vale la pena seguir. Además Germinans debe preparar el camino para la sucesión de nuestro Cardenal dentro de 4 años. Y esta vez es mejor no confiarse y así no tener que improvisar. Como dice mi colega Dom Gregori María, “Hombre prevenido vale por dos” y “Cura organizado vale por diez”. Y no lo vamos a hacer megáfono en mano. No buscamos los mejores puestos en el banquete. Somos como aquellos arquitectos y albañiles de las catedrales góticas de los que nunca conoceremos su nombre. Ellos nunca lo quisieron porque todo lo levantaban para Gloria de Dios.
Siempre con esa ironía que les caracteriza... En esta vida, créame, podemos perder todo menos la gracia de Dios y el sentido del humor.
Muchísimas gracias por su tiempo y su disponibilidad para esta entrevista. A Dios sean dadas….
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I Parte de la entrevista