César Vidal Manzanares, director y presentador de “La Linterna” de la Cadena COPE, pronunció este domingo una conferencia sobre las “Claves para interpretar la Opinión Pública” en el VIII Encuentro diocesano de comunicadores sociales de la Archidiócesis de Madrid. El diálogo posterior fue moderado por José Francisco Serrano, Decano de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Comunicación de la Universidad CEU San Pablo. En su ponencia, César Vidal habló de que a muchos periodistas “les entusiasma ser líderes de opinión”, pero señaló que “eso de creadores de opinión es algo muy matizado”, pues la opinión pública se puede interpretar e, incluso, existen instrumentos para ello. Según declaró la opinión pública “es algo que va más allá de los partidos, pese a la ilusión de estos de pensar que ellos son la opinión pública”. “La opinión –afirmó- no se acaba en los partidos políticos, ni empieza en ellos”, y de hecho que va mucho más allá de ellos y de lo que muestra la televisión o de lo que dicen los lobbies conocidos. Para Vidal, forman parte de la opinión pública los jubilados, los creyentes, sectores como las víctimas del terrorismo, con un gran poder de movilización social, las víctimas del aborto, las madres solteras que deciden quedarse con sus hijos… “Toda esta gente es opinión pública”, recordó. Incidió, además, en que, por regla general, “los análisis de los medios no implican a la mayoría de la gente" y puso como ejemplo que en los mismos "se excluye a los que no comparten la ideología de género”. Así, comentó que para tener en cuenta todas las variables, hay que descartar lo políticamente correcto y acercarse a la realidad. De hecho, afirmó que “la clave para interpretar la opinión pública es tener en cuenta todas las variables dándoles una dimensión real”. La segunda clave, dijo, es “la aceptación de lo desagradable” pues se tiende a no dar cabida en los medios a los datos que son desagradables para el mismo medio, asegurando erróneamente que esa sea “una interpretación correcta de la opinión pública”. En tercer lugar, defendió “la exposición de la verdad sin exclusiones”, porque cuando la clave no es la verdad, “lo que se tiene puede ser adoctrinamiento, propaganda política, novela… pero no es la interpretación de la opinión sino deformación”. Vidal se pronunció sobre el enfrentamiento existente entre culturas: la cultura de la vida y de la muerte y el totalitarismo, siendo que esta última “utiliza la dictadura de lo políticamente correcto”. En este sentido, señaló que en su programa reserva espacio a todo lo relacionado con el avance de la cultura de la muerte por medio del aborto, la eutanasia, etc. César aseguró que “la ofensiva cultural no viene sólo por los telediarios”, sino también por las series de televisión, donde no hay una en la que el matrimonio vaya bien. Precisamente, sostuvo que en la alternativa al matrimonio, las parejas de hecho, es donde se producen 16 veces más maltratos que en los matrimonios. “Será que no funciona tan bien”, apuntó. “Vivimos –declaró- vivimos una ofensiva cultural y política sin precedentes que pretender cambiar la mente y el corazón de la gente para imponerse, ya que lo que se busca es alterar el sistema político”. Frente a esto, abogó por defender la libertad de enseñanza cuando se amenaza a los padres e hijos que objetan a la asignatura de “Educación para la Ciudadanía”. Fenómeno COPEVidal dijo que la COPE “es la voz de los que no tienen voz, pues no la tendrían si ahí no estuviera la COPE” y destacó que la emisora “ha hecho un papel fundamental” en la defensa de la familia, la cultura de la vida, las víctimas del terrorismo… “Es un medio –añadió- que proporciona un enorme consuelo y esperanza a muchísima gente”. Habló también del lenguaje y dijo que no se debe caer en las “trampas” del lenguaje de los medios y puso como ejemplos que no ha habido proceso de paz y que a la gente se la asesina. “El Gobierno –aseguró- es un maestro en la perversión del lenguaje”. El director de “La Linterna”, destacó que el lenguaje “puede ser duro, pero no debería caer nunca en el insulto. No debería pasar de una suave ironía y no mucho más allá de eso. Se puede ser muy contundente y duro sin llegar al exabrupto”, aunque también depende del estilo. “Yo soy mucho más malo que Federico en las cosas que digo, aunque mucha gente diga lo contrario. Se puede ser contundente sin caer en una línea excesiva. Federico no pasa esa línea, muchas cosas que se dicen sobre él son exageradas”. Se refirió, asimismo, al acoso “considerable” que sufre la emisora, que a su juicio se debe a que “es el único medio que da voz a determinadas personas, que planta cara a abusos de poder, que plantea defensa de valores que trascienden creencias religiosas…”. Por eso el lema de su programa es “la verdad os hará libres”. Al final de su intervención, subrayó que “hay motivos razonables para tener esperanza” pese a que “el avance de determinadas cuestiones en la sociedad es innegable”. “Hay signos de que el sector más sano de la sociedad civil ha ido ganando terreno poco a poco, como consecuencia del estado de vacío y desesperación que crea en el ser humano la dictadura de lo políticamente correcto”.