(RV/ReL) El Papa, comentando el tratado De cupiditate de san Auperto, ha indicado que se trata de la misma avidez y codicia que se revela en la actual crisis económica mundial y que se ve reflejada en los mismos funestos resultados y vicios. Hablando a los fieles de la vida y las obras de san Ambrosio, el Pontífice ha subrayado que el santo medieval, que vivió en la época de Carlomagno, supo entender qué quería decir ser cristiano: “vivir de la palabra de Dios, entrar en el fondo del misterio dando nueva vida a su Palabra. “Sólo a través del amor conocemos realmente a Dios y sólo con amor vivimos el misterio de la Iglesia”. Es necesario descubrir el verdadero rostro de la Iglesia donde instrumentalizaciones políticas, nacionalismos y tribalismos lo han desfigurado. A propósito del real rostro de la Iglesia, el Papa ha explicado que la Iglesia vive en las personas y que quien quiere comprender a la Iglesia debe mirar a estas personas que han vivido y viven su mensaje, su misterio. Por esto -ha dicho- hablo en mis catequesis de personas de las que podemos aprender qué cosa es la Iglesia”. En los escritos y textos de san Auperto “hay una camino estrecho y otro ancho, un camino en subida y difícil y otro cómodo y llanero” mientras en nuestra época se ha “difundido un falso concepto de libertad”, como si libertad quisiera decir “disponer de todo”. Pero el verdadero camino de la libertad -ha afirmado el Pontífice- es “el camino del amor”. El hombre -ha exhortado finalmente el Papa- debe volver sobre sus pasos al camino del amor y de la recta vía.