(ManosUnidas/ReL) Agradeció también a Manos Unidas la labor en estos años, pero la gran labor, dijo “ha sido abrirnos a todos los ojos y el corazón ante el hambre y la pobreza que padece gran parte de la humanidad”. Manos Unidas “enseña a unir las manos con aquellos que casi ni manos tienen, porque la pobreza y la miseria se las ha inutilizado prácticamente”. Manos Unidas, también nos han enseñado a trabajar, porque “no trabajan con número sino con personas”, afirmó el prelado. “Si podemos alimentar a una persona y sacarla del subdesarrollo nuestra labor está suficientemente justificada”. “El voluntariado en MU no son hombres y mujeres que colaboran, sino auténticos ministros de la solidaridad, de la caridad, de la ayuda al tercer mundo”, aseguró, para terminar dando las gracias a Manos Unidas por la labor que ha hecho en estos 50 años. Por su parte, Begoña de Burgos, Presidenta de Manos Unidas, mostró su satisfacción por la realización de este foro en Sevilla. “Un foro muy especial, tanto como espacio para dar voz a los mas olvidados, como por lo que significa que una ONG como Manos Unidas cumpla medio siglo de vida”. . La Presidenta de Manos Unidas agradeció a Mons. Amigo su hospitalidad y la relación de estrecha amistad con “nuestra institución”. Además, hizo mención al manifiesto de la UMOFC, origen de Manos Unidas, resaltado la necesidad de la unión de todos los agentes implicados en la lucha contra el hambre, y asegurando que “la única dificultad en la lucha contra el hambre es creer que la victoria es imposible” De Burgos resaltó la generosidad y la comprensión de la sociedad española, que son conscientes de que los problemas de los países en los que trabajamos son mucho peores que los nuestros. “En esta época de crisis, dijo de Burgos, la gente sigue colaborando con nosotros y para algunos es casi una acción heroica”. Por su parte, Pedro Medrano Rojas, Director Regional del Programa Mundial de Alimentos para América Latina y el Caribe, subrayó el difícil momento alimentario que atraviesa esta zona del mundo y tantos otros países de África y Asia. Además señaló que “es un privilegio poder trabajar con Manos Unidas en el tercer mundo. Nos une el espíritu de cooperación”.