El Cardenal George Pell se ha convertido en la primera autoridad eclesial importante que pide una intervención externa para hacer frente a la crisis que aflige a la Legión de Cristo. El cardenal australiano, que dio una conferencia la semana pasada en Oxford, dijo que una autoridad externa a la Iglesia la Legión debería investigar la corrupción de su fundador y volver a examinar su carisma.
Sus comentarios han seguido a las declaraciones de los Superiores de la Legión de Cristo sobre la doble vida de su fundador, el P. Marcial Maciel, fallecido el año pasado, y a la crisis abierta en dicha congregación religiosa y en el movimiento laical Regnum Christi.
El cardenal Pell dijo al respecto que no era "totalmente razonable" esperar que el liderazgo de la Legión afrontara estas revelaciones sin ayuda externa. El prelado australiano cree "que debería haber una intervención, tal vez una visita o algo así. No conozco los datos del asunto, la supuesta corrupción, si se puede llamar así, del fundador, en qué medida hubo encubrimiento, hasta qué punto debiera volver a examinarse toda la razón de ser de la orden, pero creo que debe ser llevado por alguna agencia externa a los Legionarios".
El cardenal subrayó que había "una enorme cantidad de gente buena en los Legionarios, sus miembros, sus seminaristas, y sus miembros laicos".
La Legión de Cristo tiene una fuerte presencia en Australia y cuenta con unos 800 sacerdotes en todo el mundo. Su movimiento de laicos, Regnum Christi, tiene 70.000 miembros en todo el mundo.
Sus superiores habrían conocido acerca de la doble vida del P. Maciel hace algunos meses y trataron de informar a sus miembros antes de que la noticia apareciera en la prensa. Los retratos del P. Maciel se han quitado en los seminarios y los miembros han expresado su conmoción en los mensajes publicados en Internet.
La llamada a la intervención hecha por el Cardenal Pell ha sido hecha ya por varios católicos relevantes en Estados Unidos.
El vaticanista norteamericano George Weigel aseguró que se necesitaba urgentemente una revisión "brutalmente franca" de la cultura institucional de la Legión y un estudio de la posible complicidad en la corrupción del P. Maciel.