(Belén Manrique/La Razón) Tanto el Papa Benedicto XVI como los obispos, se han dado cuenta de que la tradicional evangelización en la calle debe comenzar a estar acompañada por las difusión de las ideas cristianas por medio del mundo digital, a través del cual se relacionan y comunican millones de jóvenes diariamente. El Consejo para las Comunicaciones Sociales ha comenzado por analizar la evolución que ha experimentado internet en los últimos años: de las páginas web y los blogs, a redes sociales como Facebook o Tuenti, y para ello los obispos han contado con la ayuda de profesores de Comunicación de la Universidad Católica de Milán, gracias a los cuales, los prelados han navegado por estos lugares de encuentro digital. Además, el congreso está analizando el mensaje que ha escrito Benedicto XVI para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales que se celebrará el próximo 24 de mayo y en el que el Pontífice pide a los jóvenes católicos que den testimonio de su fe en este «continente digital», de la misma forma que recomienda «evitar compartir palabras e imágenes degradantes para el ser humano». El gran problema de este congreso, como ha explicado al comienzo del mismo su presidente, el arzobispo Claudio Maria Celli, «será ver cómo la Iglesia está presente en esta nueva cultura, ofreciendo su propia contribución. Es un tema sumamente delicado», ha explicado el arzobispo. Por este motivo, los obispos quieren ofrecer pistas para la pastoral de la Iglesia en el mundo y redactar un nuevo documento vaticano. En el diálogo con los prelados, monseñor Celli reconoció que el gran desafío para ellos es el hecho de no haber nacido en la era digital, lo que implica que, a diferencia de los jóvenes, tienen que aprenderla. Asimismo, insistió en el ejemplo que ha dado Benedicto XVI al decidir lanzar su propio canal oficial en Youtube y explicó que la intención del Pontífice es estar allí «donde las personas se encuentran», informa Zenit.