(La Razón/Zenit/ReL) El tema de esta Jornada, que se celebra en cada diócesis local, es la virtud teologal de la esperanza, abriendo camino al gran encuentro mundial de 2011 en Madrid, que tratará de otra virtud teologal: la fe. El Pontífice reconoce en su mensaje que muchos jóvenes están "heridos por la vida" pero afirma que ni siquiera "en aquellos que se encuentran en situaciones penosas» se apaga «el deseo del verdadero amor y de la auténtica felicidad". La "desorientación que caracteriza nuestras sociedades" es, para Benedicto XVI, "una de las consecuencias principales del olvido de Dios", y "se manifiesta en la soledad y la violencia, en la insatisfacción y en la pérdida de confianza, llegando incluso a la desesperación. Fuerte y clara es la llamada que nos llega de la Palabra de Dios: Maldito quien confía en el hombre, y en la carne busca su fuerza, apartando su corazón del Señor. Será como un cardo en la estepa, no verá llegar el bien" Por eso el Papa anima a los jóvenes a esforzarse en «una nueva evangelización, que ayude a las nuevas generaciones a descubrir el rostro auténtico de Dios». Eso requiere ser "pacientes y perseverante", algo que, admite el Papa, va contra la tendencia natural de la etapa juvenil. Benedicto XVI pone como modelo a seguir a San Pablo, "un joven como vosotros, de unos veinte o veinticinco años", que encontró la esperanza no en una idea, sino en una persona: Jesucristo. Y para encontrarse con Él, el Papa vuelve a proponer a los jóvenes los caminos de siempre: la Palabra de Dios hecha vida, la oración personal y comunitaria, la participación en la liturgia y los sacramentos: "Hay muchas formas para familiarizarse con Él; hay experiencias, grupos y movimientos, encuentros e itinerarios para aprender a rezar y de esta forma crecer en la experiencia de fe. Participad en la liturgia en vuestras parroquias y alimentaos abundantemente de la Palabra de Dios y de la participación activa en los sacramentos". El Domingo de Ramos el Pontífice entregará la Cruz de los Jóvenes a una delegación de chicos y chicas de Madrid y la cruz de madera de cuatro metros de alto empezará a viajar de ciudad en ciudad hasta el encuentro de 2011 en España.