(Laura Daniele/ABC) Según pudo conocer ABC, el cardenal Antonio María Rouco Varela tiene previsto firmar mañana jueves en su residencia de la calle San Justo un convenio por el que se creará la «Fundación Madrid Vivo», compuesta por un grupo de entre «40 o 50 empresarios» que aportarán «una cantidad de dinero que se les ha pedido» para posibilitar la visita del Papa Benedicto XVI a Madrid. Si bien el número de empresarios no deja de ser significativo, es «sólo un comienzo», ya que «está previsto que en los próximos meses se sumen muchos más». El Arzobispado de Madrid toma en cuenta para la organización de la XXIV Jornada Mundial de la Juventud el presupuesto de los encuentros de Colonia (2005) y Sidney (2008). El de Alemania ascendió a unos 100 millones de euros, mientras que el de Australia, sólo por parte del Gobierno, estaba previsto una aportación de más de 40 millones de dólares. El hasta hace poco responsable del Departamento de Juventud de la Conferencia Episcopal, Víctor Cortizo, explicó a ABC que «un presupuesto razonable para la próxima jornada de Madrid debería rondar entre los 50 o 60 millones de euros». La experiencia valenciana Pese a que la colaboración económica es importante, este tipo de eventos requieren, además, toda una compleja logística en materia de seguridad, alojamiento, movilidad, comunicación, etc. La experiencia de la Iglesia valenciana, con la organización del V Encuentro Mundial de las Familias (EMF) en julio de 2006, lo dejó demostrado. Entonces, el cardenal Agustín García-Gasco decidió crear una Fundación Organizadora del V EMF integrado por tres instituciones -la Generalitat, el Ayuntamiento y el Arzobispado- y dos comisionados. Uno responsable de la cuestión religiosa y el otro, civil, en el que se integraron más de un centenar de empresas.