(ACI/Agencias/ReL) Gennaro Auletta, profesor de Filosofía de las Ciencias en la Pontificia Universidad Gregoriana y Director Científico del proyecto Stoq (Ciencia, Teología e Investigación Ontológica) explicó en una entrevista a LOsservatore Romano el alcance de la falsa oposición entre el darwinismo y lo que afirma la Iglesia Católica al respecto. "Esta es una de las múltiples razones que hacen que sea superfluo, en mi opinión, casi todo esfuerzo de recuperación o rehabilitación de Darwin, porque ni la Iglesia Católica ni sus exponentes significativos, nunca han condenado ni el darwinismo, ni la teoría de la evolución". Incluso, continuó el Subdirector de la mencionada conferencia internacional, "siempre ha habido mucha atención por ella. Basta recordar que el Cardenal John Henry Newman que en Inglaterra fue un claro sostenedor, desde sus albores, del darwinismo. Diría incluso que desde la famosa toma de posición de Juan Pablo II en 1996, se ha pasado a una fase de reconocimiento". Auletta explica luego que "a la reflexión filosófica le espera la tarea, incluso respecto al así llamado darwinismo, de distinguir el plano de la ciencia del de la teología. Dos perspectivas que hoy parecen confundirse con frecuencia". "Se habla con frecuencia de la incompatibilidad entre el catolicismo y la teoría de la evolución, del riesgo de reducir al ser humano a un montón de células o a la pura dimensión animal, pero tal vez estos solo son mitos y los problemas son distintos", dijo el experto. La idea del diseño providente de Dios en la Creación, de "una materia estructurada de modo inteligente por el Espíritu", recordada recientemente por el Papa, no está -explica Auletta- en contradicción con algunas de las aportaciones científicas del evolucionismo de Darwin. En 2004, de hecho, la Gregoriana invitó al cardenal Cottier a una discusión muy interesante, "demostrar cómo la mecánica cuántica sugiere una inteligibilidad objetiva del universo y de la materia, que fue exactamente lo que hizo la escuela de Santo Tomás". En efecto, "como estudioso de la mecánica cuántica, he creído siempre que el sistema cuántico, debe entenderse en definitiva como información. No digo que los procesos cognitivos más avanzados se puedan reducir a la información. Pero sí que ya en un nivel puramente físico, hay fenómenos como el intercambio de información, la adquisición de información, que indican que nuestro universo no es sólo una mezcla de elementos al azar, sino una estructura que se puede calificar si no como inteligente sí al menos como inteligible". Y matiza Gennaro Auletta: "Hay que tener en cuenta que esto no es una teoría científica. Me limito a decir que hay teorías científicas como la mecánica cuántica, y también la teoría de la evolución, que sugieren puntos de vista muy atractivos si se desarrollan desde los campos filosófico y teológico". "Otro punto que quiero destacar, no obstante, es que cuando hablamos de diseño providencial en la creación, debemos ser muy cuidadosos para evitar el discurso del Inteligent Design, que no es una teoría científica, aunque se exponga como tal". En efecto, para el profesor de la Pontificia Universidad Gregoriana, la consideración de los elementos válidos de la teoría de la evolución no está en desacuerdo con la tradicional distinción entre causa principal (Dios) y causa segunda (el ser finito): Dios, en su modo de actuar, no suprime las causas segundas. La Pontificia Universidad Gregoriana, en colaboración con la Universidad de Notre Dame (Indiana, EE.UU.), bajo el alto patrocinio del Pontificio Consejo para la Cultura y en el marco del proyecto Stoq (Ciencia, Teología y Ontología de Investigación), celebra del 3 al 7 de marzo, en su sede en Roma una conferencia internacional sobre la "Evolución biológica: hechos y teorías". El principal objetivo de la iniciativa es analizar la problemática de la evolución en una perspectiva más amplia que la del neodarwinismo tradicional, a la luz de investigaciones recientes. A ciento cincuenta años después del nacimiento de Darwin, los expertos estudiarán qué valor científico tiene hoy la teoría de la evolución y si se puede hablar todavía de una teoría única. Gennaro Auletta expresó su deseo de que este congreso "además de ser un claro testimonio del hecho de que las instituciones y las universidad eclesiásticas y el Proyecto STOQ toman muy en serio la teoría de la evolución, sirva también a individualizar los asuntos abiertos".