(ACI/ReL) "Por eso, cada miembro del cuerpo eclesial está ligado de forma muy profunda a todos los otros y no puede ignorar sus necesidades. Nutridos por el mismo pan eucarístico, los bautizados no pueden permanecer indiferentes cuando falta el pan en la mesa de los seres humanos". Seguidamente el Papa señaló que "este año habéis respondido de nuevo al llamamiento de abrir vuestros corazones a las necesidades de los desheredados, para que los miembros del Cuerpo de Cristo, afectados por la miseria, sean aliviados y para que así vivan mejor y sean más libres para dar testimonio de la Buena Nueva". "Confiando el fruto de vuestros ahorros al sucesor de Pedro, le permitís llevar a cabo una caridad concreta y activa que es signo de la solicitud por todas las Iglesias, por todo bautizado y por todo ser humano". Finalmente el Santo Padre agradeció "de todo corazón en nombre de las personas a las que vuestra generosidad ayudará en la lucha contra los males que atentan a su dignidad. Si luchamos contra la pobreza damos más oportunidad a la paz para que llegue y se radique en nuestros corazones".