(Pablo Ginés/La Razón) España sigue siendo una "superpotencia evangelizadora", con 17.000 misioneros en el mundo, de los cuales 12.000 trabajan en América Latina. Como explicó Martínez Camino, es una dimensión «con una vitalidad superior a la media de la Iglesia», de tal forma que la campaña del Domingo de las Misiones (DOMUND) es la que más recauda del año, y la CEE tiene un «Fondo para la Evangelización» que ha invertido doce millones de euros en diez años en el Tercer Mundo. "La misión es una de las cosas que más dinamiza la parroquia y la Iglesia", explicó el portavoz de la Conferencia Episcopal. Monseñor Ramón del Hoyo se deshizo en elogios por los misioneros: "Son personas de muchos quilates, ricos en su contenido, con las ideas muy claras, inquebrantables, que sonríen cuando nosotros no lo haríamos". Pero también es cierto que los misioneros españoles envejecen y que hay pocas vocaciones nuevas al clero misionero. La alternativa al alza son los laicos. "El gran aumento ahora es el de los nuevos movimientos y las asociaciones eclesiales, la experiencia de los matrimonios misioneros, por ejemplo", dijo el obispo Del Hoyo, que especificó que para ser misionero hay que ir "para mucho tiempo", porque "a una experiencia breve no lo llamamos misión". Eso sí, en una España donde sólo el 12 por ciento de los jóvenes de 15 a 29 años se declara católico practicante (datos del INJUVE de 2008) no es extraño que el obispo admita que "como decían ya hace un tiempo de Francia, también España es hoy tierra de misión".