(Zenit/ReL) Según explica, "al observar estas consecuencias, puedo decir verdaderamente que lamento el haber hecho estas declaraciones, y que si hubiera sabido con antelación todo el daño y las heridas que han provocado, especialmente a la Iglesia, pero también a los supervivientes y seres queridos de las víctimas de injusticia bajo el Tercer Reich, no las hubiera hecho". El prelado afirma en la televisión sueca se limitó a dar "una opinión" "de una persona que no es historiador, una opinión formada hace veinte años en virtud de los datos que entonces estaban disponibles, y que desde entonces había expresado raramente en público". Según reconoce, "los eventos de las últimas semanas y el consejo de miembros de la Fraternidad de San Pío X me han persuadido de mi responsabilidad por tanta angustia causada". "A todas las almas que quedaron honestamente escandalizadas por lo que dije, ante Dios, les pido perdón", afirma. Y concluye: "como dijo el Santo Padre, todo acto de injusta violencia contra un hombre hiere a todo el género humano". Un portavoz de la Conferencia Episcopal Católica de Inglaterra y Gales aclaró este miércoles que monseñor Williamson, al igual que los otros obispos de la Fraternidad de San Pío X, no están en comunión con la Iglesia, motivo por el cual no pueden celebrar los sacramentos en la Iglesia católica. "Su ordenación episcopal fue ilícita y no es reconocida por la Iglesia católica", afirmaba el comunicado. El 12 de febrero pasado Benedicto XVI afirmó hablando de la Shoá que "está claro que toda negación o minimización de este terrible crimen es intolerable y al mismo tiempo inaceptable". Declaración íntegra de monseñor Williamson: El Santo Padre y mi superior, el obispo Bernard Fellay, han pedido que reconsidere las declaraciones que hice en un canal de televisión de Suecia hace cuatro meses, pues sus consecuencias han sido muy fuertes. Observando estas consecuencias, puedo decir verdaderamente que lamento el haber hecho estas declaraciones, y que si hu biera sabido con antelación todo el daño y las heridas que han provocado, especialmente a la Iglesia, pero también a los supervivientes y seres queridos de las víctimas de injusticia bajo el Tercer Reich, no las hubiera hecho. En la televisión sueca sólo di una opinión ("Creo que...", "Creo que...") de una persona que no es historiador, una opinión formada hace veinte años en virtud de los datos que entonces estaban disponibles, y que desde entonces había expresado raramente en público. De todos modos, los eventos de las últimas semanas y el consejo de miembros de la Fraternidad de San Pío X me han persuadido de mi responsabilidad por tanta angustia causada. A todas las almas que quedaron honestamente escandalizadas por lo que dije, ante Dios, les pido perdón. Como dijo el Santo Padre, todo acto de injusta violencia contra un hombre hi ere a todo el género humano. +Richard Williamson, Londres, 26 de febrero de 2009