(Álex Navajas/La Razón) Y éstas son algunas de las recomendaciones que formula la Iglesia para vivir este tiempo: - Ayuno Sólo hay dos días de obligado ayuno en el calendario litúrgico católico: hoy, Miércoles de Ceniza, y el Viernes Santo. Consiste en privarse de comer y beber, haciendo una sola comida fuerte al día, para todos los fieles entre los 18 y los 59 años de edad. Precisamente, el ayuno es el tema al que recurre el Papa en su mensaje cuaresmal. Según el Santo Padre, se trata de «una gran ayuda para evitar el pecado y todo lo que induce a él». «Está claro que ayunar es bueno para el bienestar físico, pero para los creyentes es, en primer lugar, una “terapia” para curar todo lo que les impide conformarse a la voluntad de Dios», prosigue, porque «el verdadero ayuno, repite en otra ocasión el divino Maestro, consiste más bien en cumplir la voluntad del Padre celestial». - Abstinencia En cuaresma, la Iglesia prescribe abstenerse de comer carne los viernes. Lo deben practicar los fieles de 14 años en adelante. - Oración «Sin ella no es posible convertirse a Dios, permanecer en unión con Él, en esa comunión que nos hace madurar espiritualmente», recordaba Juan Pablo II. Esto es especialmente válido en Cuaresma. - Confesión La Iglesia recomienda vivamente practicar el sacramento de la reconciliación durante este período. - Limosna «La limosna tiene un significado, en cierto sentido, decisivo para la conversión», recordaba Juan Pablo II. Como observaba san Pedro Crisólogo, «lo que el pobre recibe es Cristo quien lo recibe». - Caridad Al privarnos de algo, «demostramos que el prójimo no nos es extraño», afirma Benedicto XVI.