(Pablo J. Ginés/La Razón) Un ejemplo reciente: después del escándalo por las declaraciones del obispo lefebvriano Richard Williamson, que limitaba a 300.000 el número de judíos exterminados por los nazis, el Papa recibió a líderes judíos para reiterar su compromiso contra todo antisemitismo. «Ese encuentro, que nació de una crisis, ha significado un paso adelante, una mayor cercanía entre judaísmo y cristianismo», explica Lombardi. «Y a partir de la crisis de Ratisbona hace unos años, cuando hubo reacciones desproporcionadas de algunos musulmanes por el discurso del Papa, hicimos una serie de contactos nuevos, amigos en el mundo islámico que antes no teníamos», añade. Aplicado al caso lefebvriano: «Esta crisis ha servido para que ambas partes tengamos claro lo que se necesita para la unidad». Lombardi aseguró que ni el Papa ni sus colaboradores conocían las opiniones de Williamson sobre el alcance de la matanza nazi. «Trataban con el líder de los lefebvrianos, Bernard Fellay, sin prestar atención a Williamson, allí lejos, en Argentina», explicó . El Vaticano en YouTube Desde su web (www.vatican.va) y desde su recién creado canal de YouTube (www.youtube.com/vaticanes) la presencia de la Sede de Pedro en internet es robusta, pero ¿por qué no es interactiva y no permite comentarios de los visitantes? Ésa fue la pregunta de un delegado de medios de la diócesis de Málaga, en cuya web admiten comentarios y acogen vivos debates sobre la fe. «Tengo sólo 4 o 5 colaboradores y por eso hoy no veo que tengamos capacidad de moderar una interactividad mundial, tan multilingüística», respondió Lombardi. Eso sí, el jesuita dijo que están examinando los resultados de la red mundial «Xt3», creada para jóvenes a partir de las Jornadas de Sydney del pasado verano y que sí incluye interactividad y redes sociales. «Y tenemos que ver qué tal nos va en YouTube», añadió.