(Efe/ReL) Monseñor Escobar Alas, durante la homilía de su toma de posesión, recordó al arzobispo Romero como el "mártir quien tuvo la dicha de unir su sangre a la de Cristo en la celebración de la santísima eucaristía, sellando de esta manera el hermoso ejemplo de santidad de toda su vida". Agregó que tener un santo salvadoreño "sería la más grande dicha de la iglesia de este país y la más grande bendición que pudiésemos tener". Aclaró que el proceso de canonización incluye "un examen exhaustivo de la persona que se está canonizando con todas sus enseñanzas y todas sus obras, sus virtudes" por lo que es importante que la figura no sea utilizada para cuestiones políticas. Romero continúa siendo un icono de la lucha social en El Salvador por sus labor pastoral de denuncia de las atrocidades que la población civil vivió en los años previos al conflicto armado (19801992). De allí que es frecuente ver su imagen en camisetas y postales que usan miembros de las organizaciones sociales, e incluso de manera no oficial, simpatizantes del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), la ex guerrilla salvadoreña.