(Pablo J. Ginés/La Razón/ReL) A las diócesis y parroquias de anglicanos conservadores se les ha prometido que no serán pastoreadas por «obispesas» y que un «código de prácticas» defenderá su especificidad. Pero el sector conservador, simplemente, no se lo cree, porque lo mismo se dijo en las iglesias anglicanas de EE UU, Australia y Nueva Zelanda y la realidad demostró prácticas de acoso y presiones de la jerarquía liberal contra estas comunidades. Los conservadores consideran volver al catolicismo El pasado verano, el obispo anglicano de Ebbsfleet, Andrew Burnham, declaró que «los anglocatólicos tradicionales debemos decidir si queremos permanecer en la Iglesia de Inglaterra dentro de una colonia protegida, donde mujeres sacerdote y obispo no serán reconocidas». Su respuesta es que esta «colonia protegida» pronto quedará sin protección y que considera la posibilidad de irse a la Iglesia Católica con el clero y fieles que quisieran seguirle. Ayer el obispo de Beverley, Martyn Jarrett, demostraba también su desconfianza: «las mujeres obispo estarán protegidas por ley canónica, mientras que los anglicanos tradicionales sólo tendrán el apoyo de un código de prácticas». La ordenación de mujeres obispo es más compleja que la de sacerdotisas, que ya son una cuarta parte del clero anglicano inglés. Un feligrés conservador puede evitar los sacramentos (confesión, eucaristía) de una mujer, convencido de que no son eficaces ni reales, pero ¿cómo sabe un feligrés si tal o cual sacerdote ha sido ordenado por un obispo, siendo por lo tanto eficaces sus sacramentos, y no por una obispesa, por lo que no sería verdaderamente sacerdote? La mitad de las sacerdotisas no cree en la Resurrección Además, el clero femenino apenas profesa las doctrinas comunes del cristianismo, según el informe «Cost of Conscience» de 2002 que entrevistó a 2.000 clérigos anglicanos. Sólo una de cada tres sacerdotisas cree en la maternidad virginal de María, casi la mitad niega que Jesús resucitara, un 30% niega la Trinidad y una de cada cuatro no cree en «Dios Padre Todopoderoso» ni en «Dios Espíritu Santo». Como resultado, en un país de más de 50 millones de habitantes, apenas un millón de anglicanos va a la iglesia el domingo. Otro millón de ingleses va el domingo a la misa católica, pese a que sólo hay cuatro millones de católicos en el país, muchos de ellos inmigrantes. No es tan fácil volver al catolicismo Desde que en marzo de 1994 se ordenaron las primeras 32 «sacerdotisas» en la catedral anglicana de Bristol, no se conoce ningún caso de feligresa católica que se haya pasado al anglicanismo para ser clériga, y sin embargo el goteo de anglicanos que se han pasado al catolicismo ha sido continuo. Entre los famosos, se puede citar al ministro John Gummer, la duquesa de Kent, la diputada Ann Widdcombe, el obispo Leonard Graham de Londres, la esposa del obispo anglicano de Tuam-Killala e incluso Tony Blair, tan pronto dejó de ser Primer Ministro. Más aún, 400 sacerdotes anglicanos, la mayoría casados, pidieron entrar en la Iglesia Católica. Pero no todos estos clérigos han perseverado. La Iglesia católica en el Reino Unido es pequeña y pobre, hija de emigrantes irlandeses, filipinos y polacos. No había trabajos ni sueldos para tantos curas casados, que cambiaban grandes templos medievales por parroquias humildes en locales feos. Algunos, desanimados, volvieron a la comodidad de Canterbury. ¿En qué cree el clero anglicano inglés? (Fuente: Informe "Cost of Conscience", 2002, a partir de entrevistas a 2.000 clérigos) Creo en el Espíritu Santo: 77% sacerdotes, 74% sacerdotisas Creo en Dios Padre: 83% sacerdotes, 74% sacerdotisas Creo en la Trinidad: 78% sacerdotes, 70% sacerdotisas Creo que Jesús murió para quitar el pecado del mundo: 76% sacerdotes, 65% sacerdotisas Creo que el cuerpo de Jesús resucitó de entre los muertos: 68% sacerdotes, 53% sacerdotisas Creo que Jesús es el único camino para salvarse: 53% sacerdotes, 39% sacerdotisas. Creo que Jesús nació de una Madre Virgen: 58% sacerdotes, 33% sacerdotisas.