(ACI/ReL) "Comprendemos perfectamente el dolor del padre. Eluana era como un niño pequeño que necesita cuidados. Pero Eluana estaba viva. Negarle alimentos y sedarla hasta el fin, a ella que no tenía ningún dolor, es simple y llanamente un asesinato. Nada ni nadie pueden justificar retirarle los alimentos y administrarle un sedante para ciertamente acelerar el fin de sus días sin piedad", añade. Finalmente, la declaración indica que "con la esperanza de que un caso similar no volverá a repetirse, condenamos de la manera más enérgica la eliminación física de Eluana y confiamos en los responsables de los distintos poderes de los países vean el derecho a vivir como base para una convivencia social en paz".