(
Mar Velasco/La Razón/ReL) Lo dijo el cardenal Amigo hace unos meses en el Foro Doñana, y lo ha vuelto a repetir hace unos días en las Jornadas de Formación para Empleados y Voluntarios de las Obras Misionales Pontificias: “La Iglesia es la “empresa” que genera más empleo después de la Administración Pública”. Sus palabras las corroboran las cifras y las estadísticas que han avanzado a La Razón fuentes de la Conferencia Episcopal Española. Sólo Cáritas, a través de sus acciones de empleo, generó durante el año 2007 más de 14.000 puestos de trabajo; en sus cursos de formación participó un 73% de mujeres, casi el triple que de hombres, y una mayoría de jóvenes e inmigrantes. Además, según los asistentes sociales de la asociación, Cáritas ofrece en muchas ocasiones servicios asistenciales que la propia administración no es capaz de ofrecer, porque carece de la infraestructura necesaria. Según las estadísticas de la CEE, la Iglesia cuenta con unos 4.300 centros educativos (guarderías, Primaria, Secundaria, universidades), que producen miles de contratos anuales, tanto temporales como indefinidos. En cuanto a los servicios asistenciales, la Iglesia cuenta con 858 residencias, que atienden a unos 70.000 ancianos y dan trabajo a unos 10.000 profesionales; 191 orfanatos que emplean a unos 2.000 trabajadores, y unos 150 centros de atención sanitaria (hospitales, ambulatorios, dispensarios) que generan miles de empleos al año. “La mayor empresa privada no llega a aglutinar a 3.000 empleados”, explicaba el cardenal Amigo. “Sin embargo, en la Iglesia, sólo salesianos o jesuitas suman más de 5.000 trabajadores”. Una cifra similar generan, por ejemplo, los religiosos camilos en toda España con sus residencias, centros de día, cuidados paliativos y servicio de asistencia a domicilio para ancianos y enfermos. El servicio doméstico es otro de los ámbitos más activos: sólo en Madrid hay más de 50 instituciones religiosas y parroquias con bolsa de trabajo, a la que acuden diariamente decenas de inmigrantes en busca de empleo. Una proyección laboral que se repite a lo largo de toda la geografía española. Por último, las ONG asociadas a la Iglesia también crean cientos de empleos cada año, sin contar con el número importante de trabajadores empleados en catedrales, museos, archivos o edificios patrimoniales.
Cáritas, en primera línea Mujeres solas con hijos a su cargo, trabajadores sin cualificar, inmigrantes, parados de larga duración... A todos ellos van dirigidos los Programas de Paro de Cáritas, que se traducen en situaciones de acompañamiento, orientación y apoyo para que estas personas puedan encontrar un empleo y rehacer su vida. Se ocupan también de impulsar iniciativas personales, mediante la concesión de microcréditos y el asesoramiento legal y de gestión de empresas, sin olvidar las ayudas directas.
La crisis, la Iglesia y los políticos, por
Luis F. Pérez