(Laura Danielle/Abc) Un día después del debate televisivo, en el que Zapatero insistió en defender la despenalización del aborto como un derecho más de la mujer, el Episcopado hizo pública una campaña bajo el título «2009, año de oración por la vida». Lejos de aquellas manifestaciones que congregaron a decenas de obispos y miles de laicos en las calles de Madrid contra el matrimonio homosexual, la actual iniciativa, a propuesta de la Subcomisión Episcopal de Familia y Vida, pretende hacer tomar conciencia a la sociedad -quizás con una menor repercusión pública pero con igual relevancia- sobre el valor sagrado de la vida. Protagonismo de los laicos Para ello, la CEE ha enviado a las más de 23.000 parroquias que existen en nuestro país una serie de materiales (carteles, rosarios, oraciones y preces para la celebración de la Eucaristía y la liturgia de las horas) con el objetivo de «alentar la oración personal y comunitaria». Se pretende que «en cada comunidad cristiana, con iniciativas extraordinarias y la oración habitual, se eleve una súplica apasionada a Dios, Creador y amante de la vida». También el Pacto por los Derechos y Libertades, que agrupa a más de un centenar de asociaciones confesionales y no confesionales, decidió celebrar una acto público en Madrid, al considerar que las actuales circunstancias «hacen necesario volver a explicitar que el matrimonio y la familia, la vida en su total integridad, la libertad real y efectiva de la educación, entre otros, son valores permanentes». En un acto celebrado en la Universidad CEU San Pablo,con motivo del cuarto aniversario de la fundación de esta plataforma, el presidente de E´ Cristians, Josep Miró i Ard_vol, recordó que «el catolicismo español necesita aportar a la sociedad un proyecto cultural que aunque surge de la fe, no necesita de ella para ser comprendido y valorado. Si no es capaz de desarrollar este proyecto, seguirá combatiendo en condiciones de inferioridad». Es imprescindible rebelarse Para el presidente de Pro Vida Madrid, Jesús Poveda, es «imprescindible» que los católicos se «rebelen» frente a las cuestiones que no les parece «bien o resultan injustas», como es el caso de Educación para la Ciudadanía o el aborto. «Los católicos, como parte de la sociedad, -señaló- tenemos que aportar soluciones que resuelvan los problemas y tenemos que hacerlo creando cultura». La defensa de la libertad religiosa fue el tema escogido por el presidente de la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP), Alfredo Dagnino, quien advirtió que de la actual concepción atea y laicista de la realidad parten «opciones políticas, culturales y legislativas contrarias a la naturaleza del hombre y a las exigencias morales más fundamentales, como las que afectan a la vida, al matrimonio verdadero y la libertad de enseñanza».