(Efe/ReL) Los teólogos, además, consideran incomprensible que el Papa revocara la ex-comunión que pesaba sobre los cuatros obispos antes de que estos aceptaran expresamente la doctrina del Concilio Vaticano II. Los tradicionalistas ignoran o niegan conclusiones centrales del concilio sobre la libertad religiosa, sobre la dignidad de la conciencia individual, sobre la voluntad de Dios de lograr la salvación de todos los hombres de todas las religiones, sobre el sacerdocio común que ejercen todos los creyentes y, sobre todo, sobre el papel de los judíos en la historia de la redención, dice el comunicado de 12 teólogos de Friburgo. También otros 15 teólogos, de la Universidad de Tubinga, han calificado la decisión papal de irritante y obstaculizadora para quien se esfuerzan por un diálogo abierto con el mundo y con otras religiones, como el judaísmo. Quien, sobre la base del Concilio Vaticano II, se esfuerza por una iglesia y una teología en diálogo abierto con el mundo y otras religiones, en especial con el judaísmo, se ve ahora víctima de un golpe bajo, dice la declaración de Tubinga. La casi totalidad de los profesores de la facultad de teología de la Universidad de Münster también protestaron y lamentaron que la tolerancia que ha mostrado el Papa ante los lefebrvianos no la muestra ante otros grupos e individuos. Ya el teólogo heterodoxo Hans Küng había criticado duramente la decisión papal y había dicho que ésta era síntoma de una línea ultraconservadora y tradicionalista.