(Darío Menor/La Razón)No obstante, tanto la sentencia de noviembre de la más alta institución judicial italiana como la decisión de ayer del tribunal administrativo no significarán un cambio en la situación. Ambas colisionan con la postura del Gobierno de Silvio Berlusconi, que el pasado diciembre prohibió a todos los centros médicos públicos y privados de Italia que interrumpiesen la alimentación o la hidratación a una persona en coma. La decisión del Tribunal Administrativo de Lombardía no significa que Eluana deje de cumplir años en estado vegetativo, pero su padre, Beppino Englaro, celebró ayer la noticia de todos modos. «No puedo dejar de estar satisfecho», declaró. Él fue quien acudió a esta institución judicial para que suspendiera la circular del Gobierno de Lombardía que impedía la muerte inducida de la mujer. Dado que la Justicia italiana apoyaba al padre de la joven en su intención de quitar la sonda a su hija, el Ejecutivo central copió la estrategia del Gobierno lombardo y también optó por utilizar la prohibición como última vía para evitar la muerte de Eluana, que se ha convertido en un símbolo.