(RV/ReL) En momentos en que tantos hermanos y hermanas nuestros en todo el mundo anhelan la liberación de las lacras de la pobreza, del hambre y de la violencia, Benedicto XVI termina su telegrama de felicitaciones a Barack Obama asegurando sus oraciones para que el nuevo presidente se confirme en su resolución de promover el entendimiento, la cooperación y la paz entre las naciones. De forma que todas las naciones y pueblos del mundo puedan compartir el banquete de la vida que Dios desea para toda la familia humana. El Santo Padre imparte sus bendiciones a toda la familia del nuevo mandatario estadounidense y a todo el pueblo de este país.