(P+D, ReL)La situación para los cristianos evangélicos en Argelia ha ido empeorando más y más en las últimas semanas. Una gran cantidad de informaciones hablan del endurecimiento de las acciones de las autoridades del país contra las libertades públicas de los protestantes allí. El último suceso ha sido la amenaza de expulsión del pastor metodista Hugh Johnson, que llevaba residiendo en Argelia desde el año 1963. El arzobispo católico de Argel, Monseñor Henri Teissier ha escrito una carta de protesta al ministro argelino de asuntos religiosos, Bouabdallah Ghlamallah. Recientemente fue condenado a un año de cárcel el sacerdote católico Pierre Wallez, de la diócesis de Orán, por celebrar una misa en la frontera argelina-marroquí para los inmigrantes ilegales subsaharianos. Ante ello, siguen surgiendo a nivel internacional, sobre todo en Francia, iniciativas de protesta y denuncia de lo que se consideran graves ataques a libertad religiosa. También la Alianza Evangélica Española (AEE) ha decidido pronunciarse, y ha enviado un comunicado a la embajada de Argelia en España, en la que pide que se respete "la libertad de conciencia" de los cristianos argelinos. En un comunicado enviado al embajador Mohammed Haneche, el secretario general de la AEE, Jaume Llenas, ha denunciado “los recientes hechos de trato injusto y la violación flagrante de los más elementales derechos humanos, por parte de tanto el gobierno como el poder judicial de Argelia” contra los cristianos, “en especial de los cristianos evangélicos o protestantes”. En el comunicado, se considera “un peligrosísimo integrismo religioso” el “monopolio” que se está intentando dar al Islam en ese país. Según la Alianza Evangélica Española, la ley aprobada en 2006 que limita las expresiones públicas de las confesiones no islámicas es una clara “ley anticonversión” que “criminaliza el derecho de las personas de creer, dejar de creer o cambiar sus convicciones”, todos ellos derechos recogidos en la Declaración Universal de los Derechos del Hombre. El texto remitido a la embajada argelina en España también recalca que el país norteafricano es miembro de la ONU, y que por tanto debería estar comprometido con la aplicación de ésta declaración, aprobada en 1948 y que tiene su artículo 18 dedicado a la libertad de religión. Por último, la AEE pide “al gobierno español que levante su voz contra la violación del derecho de libertad de conciencia en Argelia”, y extiende esta petición también a otros colectivos religiosos y humanitarios. Y en especial, a las entidades musulmanas representativas en España, “ya que consideramos que su denuncia tendría mayor peso que el de cualquier otra confesión religiosa”. RESPUESTA DE LA EMBAJADA ARGELINA La respuesta del ministro consejero de la embajada de Argelia en España, Ghaouti Benmoussat, en un escueto correo a la AEE, ha sido la de agradecer “la oportunidad que me brinda de aclararle la verdadera situación de los Cristianos en Argelia”. A continuación, añadía un “escrito que el Sr. Embajador dirigió al periódico El País”, y que “no ha sido publicado hasta la fecha”. En este escrito, el embajador argelino se muestra dolido con las informaciones que el corresponsal de El País en Argelia (Ignacio Cembrero) ha dado sobre la persecución a los cristianos, ya que los artículos del diario han llegado “incluso hasta suscitar falsamente la emoción de numerosos cristianos en España”. Después de apelar a la objetividad, el embajador argumenta que la ley del 28 de febrero de 2006 que reguló las condiciones de ejercicio de cultos no musulmanes “garantiza plenamente la tolerancia y el respeto entre las diferentes religiones”. Según Haneche, ésta ley “protege a las comunidades cristianas que viven su fe en Argelia”. A la vez, pero, la ley pretende frenar “un movimiento de proselitismo agresivo antepuesto por sectas fundamentalistas cristianas”. De ésta forma, el gobierno argelino estaría luchando para evitar “un amalgama perjudicial entre la comunidad cristiana y los representantes de una secta de iluminados con afán de propagar sus convicciones con medios dudosos”. Y añade que la misma “Iglesia católica advirtió muchas contra estos actos irresponsables, de los que se desmarcó claramente”. Haneche sigue exponiendo que ante el peligro de estas “sectas”, las autoridades de Argelia buscan “proteger la armonía entre grupos religiosos”, para que “cada uno practique su fe sin excluir a la otra”. Ésta libertad de religión está “asegurada para los cristianos”, según el embajador, y esta línea histórica “no ha variado jamás”. Pero de la misma forma en que se ha luchado contra “el extremismo islámico y sus desviaciones sangrientas”, el gobierno del país asegura que “no está dispuesto a facilitar la salida a otro extremismo, aún que sea cristiano fundamentalista”. Según el embajador, pues, el gobierno argelino ha tenido que intervenir en el momento en el que “las actividades de proselitismo se hacen públicas” y pasan a ser “campañas agresivas” hechas por “sectas” que “predican a su manera otra forma de integrismo y de exclusión”. El embajador concluye el texto insistiendo en que “en un plano general, Argelia no tiene ningún prejuicio hacia el cristianismo u otras religiones”, pero que no se puede aceptar que “grupos fundamentalistas perjudiquen la harmonía de los creyentes”. NUEVAS PREGUNTAS QUE SURGEN Ante ésta respuesta de la embajada argelina en España a la AEE, surgen nuevas preguntas, como: “¿Cuál es la definición que dan las autoridades argelinas a la palabra secta?” o “¿Qué campañas agresivas y alborotadoras contra la paz civil han hecho las iglesias evangélicas en el país para ser cerradas?”. EL MINISTRO MORATINOS La Alianza Evangélica Española ha enviado una carta a la Dirección General de Asuntos Religiosos, respondiendo su titular, Mercedes Rico, su interés y traslado de la misma al responsable de las relaciones exteriores, el ministro Moratinos. Por su parte, la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España (FEREDE), también ha expresado su preocupación por el recorte de libertades religiosas en Argelia y Arabia Saudita. En una carta enviada al Ministro de Exteriores en funciones, Miguel Ángel Moratinos, la FEREDE habla de la “llegada reiterada de denuncias de fuentes directas y confiables” que hablan de violaciones “sistemáticas” de la libertad de religión en estos países. También pone énfasis en que “en los últimos dos o tres meses han sufrido el cierre de más de una docena de lugares de culto pertenecientes a la Federación de Iglesias Protestantes de Argelia”. La carta denuncia, entre otras acciones de dudosa justificación, la expulsión del país de “dos delegaciones protestantes extranjeros –canadienses y suizos, respectivamente”. El escrito de Ferede concluye pidiendo al ministro Moratinos que se interese por la situación “intolerable”, y que tome todas las medidas que considere oportunas y necesarias para que éstos hechos sean investigados y denunciados”.