(ACI) El monto más importante de la colecta es entregado por el IEME a la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, que mantiene en Roma un Instituto para la Formación de Catequistas, en el que se forman cientos de catequistas de distintos continentes, que luego contribuyen a la formación de sus compañeros en sus países de origen. Según recuerda el IEME, esta fiesta que se celebra a inicios de año es "un toque de atención para sacudir la conciencia misionera, que brota de nuestro Bautismo y es fundamento esencial de la Iglesia, ya que sin la dimensión misionera, una comunidad parroquial o diocesana corre el riesgo de perder la calidad de su vida cristiana". También agradece la solidaridad que todos los años demuestran los españoles a pesar de "ser fechas en que las economías familiares caminan cuesta arriba"... "precisamente por eso, entendemos mejor el sacrificio que hacen y lo agradecemos doblemente".