(ReL/Agencias) Don Agustín asegura que la persona es lo más importante de la creación, por lo que, a su juicio, «no deja de sorprender que existan legislaciones que protejan más a los animales, incluso a los huevos de ciertas especies, que al ser humano cuando se encuentra en su estado inicial de gestación». Los argumentos de García-Gasco se conocieron en la víspera de la Misa de las Familias, en la que participará el arzobispo, con la que la Iglesia aspira a reunir más de un millón de personas hoy en Madrid. La ciencia es para el prelado «una actividad humana que desarrolla de modo excelente la inteligencia y la libertad». Denunció que en muchas ocasiones se usan eufemismos para «disfrazar la realidad» y que «en el campo de la ciencia también subyacen, en ocasiones, importantes empresas económicas cuyo fin principal es el lucro económico». Concluyó que el ser humano «no puede ser propiedad de nadie, ni de sus progenitores ni tampoco de unos laboratorios o empresas que se lucran con servicios que conllevan la eliminación de embriones humanos».