(M.V/La Razón) El encuentro del domingo, según el prelado, tiene un «planteamiento pastoral» y el objetivo de dar más relieve a la festividad de la Sagrada Familian, que queda un poco desdibujada entre las fiestas de Navidad y Año Nuevo. «Netamente pastoral» Durante la rueda de prensa celebrada en la sede del arzobispado, Cesar Franco recalcó, en respuesta las preguntas de los informadores que recordaron la politización de la celebración litúrgica del pasado 30 de diciembre, que la convocatoria del cardenal Rouco para este año no tiene una intencionalidad política y reiteró su carácter «netamente pastoral». Según informa Efe, el obispo auxiliar de Madrid dijo que tampoco lo tuvo el pasado año y que las críticas que se vertieron les «parecieron absolutamente injustificadas». «Nosotros mismos, precisó, nos quedamos muy sorprendidos por la polémica porque no nos parecía justa. De la lectura de los textos con las palabras que se pronunciaron, es muy difícil ver cualquier perspectiva que no sea eminentemente pastoral». La polémica, aseveró, estuvo sacada de contexto y fue «desproporcionada e injusta; los primeros sorprendidos fuimos nosotros», reconoció. En cuanto a la ausencia de destacados prelados a pesar de la convocatoria inicial a todas las diócesis para que acudan a participar en esta jornada en Madrid, Cesar Franco afirmó, por un lado, que «sería bueno que la celebración de la Sagrada Familia tuviera un aspecto más celebrativo, y que no quedara encerrada en un templo». Monseñor Franco puntualizó que «Madrid no quiere convertirse en la protagonista de esta celebración que tiene vocación de continuar cada año con motivo de la festividad de la Sagrada Familia» y que, por ello, «sería bueno que se celebrase en otras diócesis». En el evento, organizado por el cardenal arzobispo de Madrid, monseñor Antonio María Rouco Varela, a instancias de diversos movimientos eclesiales, participarán, según confirmó monseñor Franco, un total de 35 obispos, entre los que destaca el cardenal arzobispo de Valencia, monseñor Agustín García Gasco. En este sentido, añadió que algunos prelados no pueden asistir porque tienen celebraciones en sus catedrales y, además, «es una fecha mala para el desplazamiento de las diócesis».