(La Razón/ReL) El próximo 28 de diciembre, el cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela vuelve a convocar a los fieles madrileños en el mismo lugar para celebrar una eucaristía. Están invitados todos los obispos que quieran acudir. Si la agenda se lo permite. «La verdad es que hasta la asamblea plenaria de finales de noviembre a los obispos no nos explicaron que habría este acto en Madrid», dice un prelado catalán a La Razón, . «Y claro, a muchos nos ha pillado con la agenda ya hecha y compromisos desde hace mucho tiempo. Eso no quiere decir que no animemos a gente de nuestra diócesis a participar en el acto de Madrid». Y añade: «Que un obispo no pueda ir por compromisos de agenda no quiere decir, como insinúa cierta prensa, que no le guste el acto o que esté enfrentado con el cardenal Rouco». También hay entre algunos obispos la convicción de que un acto masivo en Madrid puede verse complementado con actos locales, extendiendo la celebración. Así, el arzobispo de Mérida-Badajoz, Santiago García Aracil, expresó el martes que «será mejor que en lo sucesivo» este tipo de encuentros «se vayan haciendo en distintas diócesis». Él, por ejemplo, también tenía ya comprometida su asistencia «a otro encuentro sacerdotal». Quien sí ha podido hacer un hueco en su agenda para acudir a Madrid es el cardenal Arzobispo de Valencia, Agustín García-Gasco, que llegará a Madrid acompañado de sus tres obispos auxiliares: Esteban Escudero, Enrique Benavent y Salvador Giménez. Con ellos llegarán muchos fieles valencianos «de parroquias, movimientos y entidades católicas». En una carta a sus feligreses, el arzobispo de Santiago de Compostela, Julián Barrio, anima a ir al acto de Madrid «a todos los que podáis hacerlo». Quien no pueda, está invitado a una misa por la familia en la catedral de Santiago ese día 28 a las cinco. El responsable de organizar la gran cita es el obispo auxiliar de Madrid, César Franco, que presentará el acontecimiento en rueda de prensa el próximo lunes. Si el año pasado hubo muchos discursos de líderes laicos, parece que este año sólo habrá una pequeña monición justo antes del canto de entrada, a cargo de Kiko Argüello, iniciador del Camino Neocatecumenal. El Cardenal Martínez Sistach de Barcelona y el Cardenal Amigo, de Sevilla, se contentan con llenar su Catedral ese día. Algo mucho más fácil que llenar la plaza de Colón.