(Libertad Digital) En este sentido, Rodríguez Zapatero dijo que el Estado debe mantenerse neutral y "no puede imponer ninguna doctrina" ya que "en una sociedad democrática todas las opciones son posibles". Sin embargo, no hizo referencia a la adoctrinadora asignatura de Educación para la Ciudadanía aprobada por su Gobierno. Además, el líder socialista cree que esta ley es muy mejorable y que la polémica sobre el laicismo "tiene algo de sorprendente". Por ello, no dudó en criticar al PP por oponerse a esta medida y dijo que "la noticia sería que el Partido Popular dijera que va a apoyar una reforma", sobre todo, "una reforma progresista" ya que los populares "son un partido muy conservador". Y para concluir dijo que su "opinión" es que "este debate ya tenía que haber sido cerrado, pero habrá que esperar otra generación". Las explicaciones de De la Vega La vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, también tuvo que referirse a los planes del Ejecutivo. En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, se declaró "sorprendida" porque haya ya "críticas sobre algo que no se ha producido". Según dijo, se trata de un "compromiso del Gobierno" que ya anunció al comienzo de la legislatura y que "no es más que una reforma de la ley orgánica de Libertad Religiosa", de 1980. "A nadie se le escapa que la sociedad española ha cambiado bastante", añadió. En su opinión, "existen nuevos colectivos de ciudadanos a los que el Estado debe dar una respuesta". Según De la Vega, la reforma de la ley "no va contra nadie" y será "respetuosa y garantista". Pretenden, dijo, "incorporar la pluralidad" que recoge la Constitución. No ofreció detalles sobre lo que supondrá la reforma porque "está empezando a estudiarse". En cuanto al hecho de que se encuadre en el plan de Derechos Humanos, indicó que se hace así porque la libertad religiosa es "un derecho fundamental".