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Ecclesia/ReL) Frente a la ofensiva de los nacionalismos, la ruptura de los consensos o el laicismo y el relativismo imperantes, “hay otra España posible”, esa que el presidente de la Asociación Católica de Propagandistas y de la Fundación Universitaria San Pablo-CEU, Alfredo Dangnio, ha denominado “España necesaria” durante su intervención el Club Siglo XXI. En su exposición, Dagnino ha hecho un análisis de las claves que configuran la realidad española y de los males que la acucian. Gran parte de estos últimos, ha señalado, derivan del olvido y la exclusión que en España, como en todo el contexto cultural de occidente, se ha hecho de los asuntos morales y religiosos. Algo que el catolicismo ha sufrido de manera especialmente intensa en el caso español, donde “la moral católica se presenta siempre de manera negativa, como una ley opresora, intransigente, del todo irracional y represiva”. En este sentido, Dagnino ha señalado a la difusión del laicismo y la negación de Dios como “el problema más radical de nuestra sociedad y de nuestra cultura, y el de más vastas consecuencias para el hombre y su futuro”. Como ha explicado, la misma puridad del sistema democrático depende del reconocimiento de un orden moral previo sobre el que se sustenten las libertades y derechos fundamentales. De no ser así, ha añadido, “las ideas y las convicciones humanas pueden ser instrumentalizadas fácilmente para fines de poder. De este modo la democracia se precipita por la pendiente que le lleva al totalitarismo” Si el diagnóstico es claro, la solución, a juicio de Dagnino, también lo es y consiste en “emprender una restauración de España. Una restauración que pasa, en primer lugar, por afirmar la fe y las bases morales del bien común”. A este respecto, ha reivindicado “el reconocimiento de la legitimidad y el valor humanizante del cristianismo”, y la convicción en principios como la defensa de la vida, la protección de la familia o la libertad de enseñanza que éste lleva aparejada. El ponente también ha examinado aspectos más concretos de la realidad española. Entre ellos, el de la ruptura generalizada con toda tradición moral y espiritual que conforme la esencia de España y el desprestigio en que ésta ha caído a ojos de muchos. “Incluso en la disyuntiva entre tradición y terrorismo, se observa en algunos ambientes una cierta condescendencia -cuando no connivencia-con el terrorismo con tal de erosionar a España tal como se ha concebido en nuestra historia”. Un clima de desafección tal para con todo lo relacionado con España que, incluso, la obra de la Transición parece ponerse en entredicho, ha observado Dagnino. “Hoy, treinta años después, España, lejos de ser una nación orgullosa de sí misma por el éxito de la reforma política y el desarrollo alcanzado, se encuentra de nuevo ante un desafío histórico que no sólo le impide disfrutar de ese éxito, sino que algunos parecen haberse propuesto denodadamente transmutar el éxito en fracaso”. Dagnino también ha hecho mención al proceso de desvanecimiento de la realidad de España debido a la “ofensiva” de los nacionalismos. Frente a esta deriva, ha propugnado una “reforma constitucional positiva” como la “única solución, la única vía legal, pacífica y democráticamente viable para restaurar la nación y el Estado español”. Una remodelación que, a su parecer, debe orientarse a cimentar la convivencia, cerrar la estructura de organización del Estado y configurar el poder del Estado respecto a las Comunidades Autónomas.
Discurso íntegro de Alfredo Dagnino