(Sara Martín/ ReL) Olga Bejano contrajo en 1987 una enfermedad neuromuscular que terminó paralizando la práctica totalidad de su cuerpo: durante más de 20 años no pudo hablar, ni ver, respiraba artificialmente y se alimentaba a través de una sonda. Sin embargo, encontró un método para comunicarse con el mundo: haciendo unos garabatos aparentemente incomprensibles con los impulsos de su rodilla, que sus distintas enfermeras aprendieron a traducir lentamente al abecedario. Gracias a este original sistema, Olga había publicado con gran éxito tres libros: “Voz de Papel”, “Alma de color salmón” y “Los Garabatos de Dios”, todos ellos editados por LibrosLibres. Su último libro, precisamente, era una lúcida reflexión sobre la grandeza y los límites del ser humano y, especialmente, sobre la capacidad de superación de las personas. Actualmente se encontraba escribiendo su cuarto libro, titulado “Alas Rotas”. Vivir al límite. “Todos sabemos que lo peor de una enfermedad incurable es el principio y el final. Mi sprint final, por mucho motivos, me está resultando muy difícil, por eso pido oraciones en abundancia. Siempre os estaré agradecida porque habéis sido un estímulo para seguir viviendo al límite de lo imposible.” explicaba Olga Bejano en la última entrevista que concedió. En los últimos tiempos, Olga había protestado públicamente por una disputa político-administrativa en el Gobierno de la Rioja que le impedía contar con una enfermera todos los días y le obligaba a estar en cama la mayor parte del tiempo. Por ese motivo, la autora había decidido devolver la Medalla de Oro de La Rioja, que le había sido concedida hacía diez años. Olga y Ramón Sampedro. Olga Bejano comenzó a ser más conocida cuando, hace cuatro años, la película Mar Adentro, protagonizada por Javier Bardem en el papel del pentapléjico Ramón Sampedro, consagró la eutanasia como forma de acabar con el sufrimiento y lo quiso elevar a la categoría de “derecho humano”. Gracias a la película se supo que Olga y Ramón habían mantenido breve correspondencia, hecho que también había contado Olga en su segundo libro, “Alma de color salmón”. En él, la autora relataba: "Ramón me dijo que no podía entender cómo en esas condiciones yo quería seguir viviendo; le respondí que tenía tantas ganas o más que él de irme. Al contrario que él, yo sí era creyente y quería que Dios decidiera cuál era mi día y mi hora, mientras tanto lucharía por conseguir la asistencia que necesito. […] Le propuse, ¿por qué en vez de luchar para morir no luchas para vivir? ¿Por qué no luchas por conseguir una vida independiente, personal que te cuide, una silla eléctrica que te lleve de paseo, un ordenador que puedas usar con la voz? Yo nunca diré sí o no a la eutanasia, daré testimonio con mi vida, los hechos son lo único que cuenta”. Para todos los interesados, el funeral se celebrará mañana día 6 de diciembre a las 11 de la mañana en la Iglesia de Santiago de Logroño. Por su interés, se adjunta la última entrevista concedida por Olga Bejano en a finales de 2007, con motivo de la publicación de su libro “Los Garabatos de Dios”. - Lo primero, lo que todos quieren saber, la pregunta que siempre surge en los foros... ¿Cómo estás? - Fatal, físicamente una neumonía cada semana y psicológicamente muy cansada de tanto luchar con la burocracia. Llevamos dos meses sin enfermera y como soy una enferma de U.C.I., mi madre hace tres turnos ella sola. Estoy encamada todo el día y casi incomunicada. - En segundo lugar, enhorabuena por tu tercer libro, y por todo el esfuerzo que ha supuesto. Dices en tu libro que el Cielo te pidió “en sueños, como quien no quiere la cosa”, que escribieras otro libro. ¿Cómo fue? - En este libro explico cómo el Señor me ha ido enviando a lo largo de estos veinte años porciones de conocimiento y sabiduría. Estos maravillosos regalos, eslabones de una misteriosa cadena, me han permitido abrir mi mente, madurar y crecer espiritualmente. Al principio no era consciente de lo que el Señor estaba haciendo conmigo y, ante la aparición de los regalos divinos, decía lo que casi todos los mortales: “¡Qué casualidad, qué coincidencia!”. Hasta que, poco a poco, me fui dando cuenta de que todas esas casualidades y coincidencias no eran tales, y que todas, toditas, todas venían del Cielo. El Cielo hace las cosas más grandes de la manera más sencilla y todos sentimos cuándo un sueño es diferente. - ¿No quedaba suficientemente reflejada la importancia que la religión tiene en tu vida en los otros dos libros? ¿Por qué añadir más? - ¡Ni muchísimo menos! De toda mi evolución espiritual y religiosa he dicho lo que me ha salido del corazón en cada momento, pero queda mucho en mi interior. - Ahora ya, por fin, ¿tienes los deberes cumplidos? - Eso sólo Dios lo sabe, aunque a mí trabajo no me falta, pero lo más importante ya lo he hecho y lo he comprendido. - ¿La relación con Dios que tienes ahora ha sido un regalo de tu enfermedad, o más bien de tu experiencia cercana a la muerte? - Las dos cosas van unidas. Para mí la enfermedad no es ningún regalo. Los seres humanos somos materia y alma. La materia se puede deteriorar por muchas circunstancias y si uno acepta la situación de forma positiva, puede ser una oportunidad para madurar y crecer como persona humana y espiritualmente. Dios me da otro tipo de regalos poniendo en mi vida un equipo médico de cuidados paliativos fabuloso, un montón de amigos que siempre están cuando los necesito, mi familia, vosotros los lectores, etc. - ¿Deseas decir algo a tantas personas que alrededor del mundo te conocen, te quieren y rezan por ti cada día, aunque nunca te han visto personalmente? - Desearía gritar que valoren su vida, que la sepan vivir sanamente, que vivan en paz y que sepan ser felices con lo que son y con lo que tienen. Que aprendan a ser felices y así podrán hacer felices a los demás. No se puede dar lo que no se tiene. - Enhorabuena por tu lucha, tu valentía y tu ejemplo de coherencia. ¿Cómo te gustaría terminar esta entrevista? - Todos sabemos que lo peor de una enfermedad incurable es el principio y el final. Mi “sprint” final, por muchos motivos, me está resultando muy difícil, por eso pido oraciones en abundancia y a mis lectores siempre os estaré agradecida porque habéis sido un estímulo para seguir viviendo al límite de lo imposible. Puede ver el vídeo de Olga en YouTube hacer click Aquí ¿Quiere comprar un ejemplar de su último libro? www.libroslibres.com