(Zenit) El prelado, que se encuentra estos días en Roma, rechaza que se haga una "lectura simplificada" del enfrentamiento atribuyéndolo a motivos religiosos, y aseguró que este triste suceso tiene una "clara dimensión política". "Desafortunadamente, hay quienes intentan sacar provecho político culpando a la religión que es cínicamente manipulada, usada y abusada. Este es un motivo más por el que todos los líderes religiosos deben unir sus fuerzas para liberar la religión de aquellos que tratan de secuestrarla", añadió. El arzobispo de Abuya afirmó que está en permanente contacto con el Sultán de Sokoto y presidente del Consejo Supremo de Asuntos Islámicos de Nigeria, Muhamad Saad Abubakar, con quien está estudiando la posibilidad de publicar mensajes conjuntos de paz dirigidos a ambas comunidades. Ante todo, reclama que el Gobierno de Nigeria asuma sus responsabilidades "en garantizar la seguridad de la vida y de las propiedades de los ciudadanos, sobre todo mediante la vigilancia, la firme e imparcial aplicación de la ley y del orden, de la justicia y en general del buen gobierno". Pide también que se persiga "a los verdaderos planificadores, promotores y auspiciadores de estos incidentes, y llevarlos frente a la justicia, quien quiera que esto sean". Por último, el prelado muestra sus condolencias, en nombre de la Asociación Cristiana de Nigeria que preside, a "todos aquellos que han perdido seres queridos y propiedades en este desafortunado incidente", y especialmente reza "por las almas de los que han muerto".