(LD/El Mundo) El enfrentamiento entre el alcalde de Madrid y Federico Jiménez Losantos ha trascendido la cuestión personal y ha involucrado a las más altas instancias de la Iglesia Católica. En una entrevista que hoy publica El Mundo, Alberto Ruiz-Gallardón acusa al presidente de la Conferencia Episcopal, Antonio María Rouco Varela, de haber vetado la visita que el político tenía que realizar al Vaticano para impedir que denunciase ante el Papa a la emisora de la Iglesia y, más concretamente, al director del programa La Mañana. Ruiz Gallardón revela que cuando estaba preparando la audiencia con el Papa, el alcalde informó al cardenal de que tenía la intención de trasladar a Benedicto XVI su preocupación por el "efecto perverso" que produce en la sociedad española "el mensaje permanentemente injurioso y de odio" que se trasmite desde "un programa de la emisora de la Conferencia Episcopal", en clara alusión a La Mañana. A raíz de esa declaración de intenciones, Rouco canceló el encuentro del alcalde con el Papa. La entrevistadora le preguntó si este nuevo conflicto no denota su "obsesión personal" por Jiménez Losantos Y el regidor madrileño contesta lo siguiente: "Todo lo contrario. Yo he tenido el privilegio de conseguir el amparo judicial y Losantos ha sido condenado por un delito por las injurias que cometió contra mí. Son muchos los españoles que no tienen la posibilidad de recurrir a ese amparo judicial. Cualquier voz tiene que ser respetada, y cualquier opinión tiene que tener la oportunidad de ser oída. Lo que le pido a la Iglesia es que asuma su responsabilidad de no hacer suyo el discurso de injuria y de odio que cada mañana se produce en ese programa de la cadena Cope. No pido que se silencie una voz, lo que le pido a la Iglesia española es que diga si esa voz es suya".