(El Faro/ReL) El obispo de la Diócesis de Cartagena aseguró ayer que un gran número de familias murcianas se han acogido a la objeción de conciencia para que sus hijos no cursen la asignatura de Educación para la Ciudadanía. Según Reig Plá, “
son muchas las familias que han presentado esta objeción de conciencia”, aunque “
resulta difícil saber cuantas se están tramitando porque pasan a través de los colegios”, afirmó el obispo durante la presentación ayer de las II jornadas de la Familia, que se celebrarán del 9 al 11 de abril, en la que intervendrán
Pedro Ortega, catedrático de Teoría e Historia de la Educación, su homólogo de psiquiatría
Enrique Rojas y el cardenal arzobispo de Sevilla
Carlos Amigo. Dichas jornadas están organizadas por el Movimiento Familiar Cristiano. Para
Reig Plá, “
lo importante es que hay que educar a los ñiños, adolescentes y jóvenes para que sean buenos ciudadanos” y añadió que “
quien tiene que educar es la institución que ha dado vida a esos niños, que son los padres, por tanto, diríamos que el derecho-deber, que así lo recoge también nuestra Constitución Española, corresponde a los padres según sus propias creencias y sus propias convicciones, por lo que es un derecho inalienable”. Asimismo, según el obispo, “
ha entrado en conflicto lo que es el programa de esa asignatura y su modo de establecerse”. “em>Primero, porque se introduce en el currículo escolar como obligatoria, y por los propios contenidos que se van a desarrollar en esta asignatura”, por lo que “
los padres tienen que considerar muy de cerca”. Además, como respuesta a esta situación, la Diócesis de Cartagena, unida a las asociaciones de padres de alumnos, crearon una plataforma que promueve la objeción de conciencia en toda la Región. Por todo esto, según Reig Plá “
todos debemos hacer una reflexión de fondo si las instituciones educativas y estatales substraen a los padres la libertad propia para la educación”, a lo que añadió que “
ademas la voluntad en este caso tanto de Valencia, Madrid y Murcia, después de la sentencia del tribunal de la Junta de Andalucía sobre este asunto, ha decidido respetar lo que va a ser un derecho de los padres”. Para concluir, el obispo dijo que “
se esta viviendo un momento pacífico respecto a la cuestión ya que el Gobierno autónomo y la Consejería manifestaron que van a respetar el derecho de los padres a la objeción de conciencia”. Por su parte, Dña.
Rosa Hernández, presidenta del Movimiento Familiar Cristiano, informó de que el objetivo de estas Jornadas de Familia es ofrecer una ocasión inmejorable para reforzar el concepto de educación. Asimismo, ha señalado que se trata de un intento de conectar con tantas familias que están demandando las ideas claras en un momento tan decisivo como el que vivimos, con el fin de ayudarles a tomar las posiciones adecuadas sobre los valores de la familia, así como los principios en los que apoyarnos, para hacer de los hijos personas maduras.
Hernández Belmonte ha apuntado que "
la educación es un proceso lento, paciente; y en todo caso un riesgo, en el que el educador debe tener ideas claras y actitudes coherentes". El
Movimiento Familiar Cristiano, organizador de las Jornadas, surgió en España, en 1966 de la fusión de "Los Equipos Pío XII", la "Obra Apostólica Familiar" y otros movimientos familiares. Pretende descubrir, vivir y transmitir los valores cristianos fundamentales de la familia, tales como la vocación del laico casado, la fuerza salvadora del Sacramento del Matrimonio, la vivencia de la fe cristiana en el marco de la familia, la prioridad de la familia como Iglesia Doméstica y transmisora de la fe.