(J.M/Lne) En la cruz “está la base de la distinción del orden político y el orden religioso y, por lo tanto, la presencia de signos cristianos en la vida pública son una garantía para no confundir el orden público con el orden religioso, es decir, una garantía de la libertad frente al totalitarismo”. Por tanto, “donde el sistema político se convierte a sí mismo en absoluto y, por lo tanto, usurpa el papel de la religión, está en peligro la libertad y el orden verdaderamente democrático”. Martínez Camino también volvió sobre el discurso pronunciado el pasado lunes por el presidente de la CEE, el cardenal Rouco Varela. “La CEE desea que se profundice en el espíritu de reconciliación de los españoles y la Iglesia apoya que se busque a todo los seres queridos”. Además, subrayó que la Iglesia española “desea y apoya que se honre a todos los muertos” de la Guerra Civil y el franquismo, porque “todos los muertos merecen ser honrados”. Camino matizaba así que la petición de olvidar el pasado que formuló el cardenal Rouco consiste en que “la Iglesia no busca culpables de hechos felizmente lejanos en el tiempo”. Y, por otra parte, “la Iglesia no puede dejar de honrar a su mártires”.