(Zenit/ReL) AIN se dedica, a petición expresa del Papa Juan Pablo II en 1992, a promover el diálogo entre los católicos y la Iglesia ortodoxa rusa, encargo confirmado el año pasado por el Papa Benedicto XVI. En este sentido, el metropolita Kirill agradeció la labor prestada, y mostró su confianza en que estos contactos entre ambas confesiones "sigan cultivándose y estrechándose en el futuro". Como signo de este reconocimiento, concedió al delegado de AIN en Rusia, Peter Humeniuk, la orden del Santo Príncipe Daniel de Moscú. El padre Alliende y el metropolita Kirill coincidieron en la "necesidad de defender conjuntamente la ética cristiana y la concepción cristiana del hombre, dada la degradación general de los valores y la creciente expansión del relativismo en la sociedad moderna". En otro encuentro posterior con el nuncio católico en la Federación Rusa, el arzobispo Antonio Mennini, destacó la "confianza" que tanto los católicos como los ortodoxos rusos tienen en esta organización, que lleva colaborando desde hace décadas en apoyo de la Iglesia, antes y después de la caída del comunismo. Entre otros proyectos, AIN ha contribuido al sostenimiento del monasterio de Serguei Posad, uno de los más importantes centros espirituales y educativos de la Iglesia ortodoxa rusa.