(Info-RIES) Entre las actividades publicitadas destacan las siguientes: “Viaje a la Ciudad Sagrada de Machu Pichu (Santuario de los Incas) y a los templos Sagrados del Sol, de la Luna, del Agua. Participación en Rituales Ancestrales que vinculan al hombre con la Fuerza y Espíritu de la Naturaleza (Pacha Mama) a través de ofrendas a la Tierra. Ceremonias con música ancestral, dirigidos por sabios andinos. Ritual con la planta Sagrada del Ayahuasca (opcional). Charlas sobre La Cosmovisión del Mundo Andino”. Este viaje “espiritual y místico” tendrá lugar en enero de 2009, y no se indica ningún precio, sino una “inversión”, que es la siguiente: “desde US$ 600”. Entre las actividades no deja de pasar desapercibida la propuesta que se hace del consumo de ayahuasca, un brebaje o infusión con propiedades alucinógenas, y que ha sido tradicionalmente utilizado en rituales y en la medicina ancestral de los pueblos nativos amazónicos. La propaganda de estas actividades señala que “visitando nuestra ciudad sagrada y milenaria, te armamos una ruta turística espiritual cuidando celosamente cada detalle, para que puedas sentir la esencia milenaria de los Incas”. No se prima, pues, el turismo de aventuras, ni lo cultural, sino que el viaje tiene un trasfondo espiritual muy determinado, que es el de la recuperación del indigenismo, primando el paganismo y la adoración de la Madre Tierra (algo tan propio de la Nueva Era) anteriores a la presencia del cristianismo en América Latina, e incluyendo el uso de ayahuasca. ¿Qué es la ayahuasca y para qué sirve? A continuación extractamos un informe sobre esta droga elaborado por el doctor Josep Mª Fericgla en el caso de dos seguidores del culto sincrético del Santo Daime detenidos en el aeropuerto de Madrid durante el primer trimestre del año 2000 por transportar la mixtura enteógena conocida como "yagé", "ayahuasca" o "Santo Daime". La ayahuasca es una mixtura líquida, con efectos psicoactivos, considerada sagrada por millones de personas indígenas de Sudamérica. Su uso actual se ha extendido por el mundo occidental gracias al interés por las medicinas alternativas, los valores étnicos y el chamanismo, ámbitos donde se usa para provocar estados de carácter curativo, místico y visionario. El término ayahuasca proviene de la lengua quechua, popular etnia tradicional que habita los Andes. Ayahuasca viene a significar: "liana que lleva a visitar a los muertos", dado que los quechuas creían -y creen- que cuando se está bajo el efecto psicoactivo de la ayahuasca se tienen visiones del mundo habitado por los espíritus de los antepasados. La ayahuasca se compone de un mínimo de dos ingredientes vegetales. Desde el punto de vista farmacológico, uno aporta a la mezcla un inhibidor de la monoamino-oxidasa (IMAO), y el otro aporta la dimetiltriptamina (DMT). Ninguno de ambos componentes por aislado produce efectos psicotropos consumido oralmente. La cantidad de DMT que contiene cada dosis de ayahuasca varía de un pueblo a otro, pero extrañamente sobrepasa los 25 mg por dosis (o 053 mg por 1 ml que es la concentración hallada en la ayahuasca usada para los modernos estudios de farmacología realizados en España). Hay una cierta confusión sobre la composición de la ayahuasca ya que el mismo término se emplea para denominar a uno de los componentes vegetales, la liana Banisteriopsis caapi, y también para denominar el resultado final de la ebullición de este vegetal junto a otro u otros, que proporciona el té psicoactivo. Para que el resultado de la decocción sea realmente psicoactivo es imprescindible que, a la liana ayahuasca, se añada otra planta que sea la fuente de la DMT. No nos alargaremos exponiendo la sofisticada reacción farmacológica que se produce al hervir conjuntamente una planta que aporta los IMAOs, la ayahuasca, más otra que aporta la DMT, pero ambas son imprescindibles para que la ayahuasca sea psicoactiva. La confusión se debe a que muchas personas creen que la ayahuasca, como mixtura, es el resultado de hervir únicamente la liana del mismo nombre. Además de ello, cabe añadir que cada uno de los grupos étnicos que la consumen, e incluso cada familia, tiene su receta particular para elaborar ayahuasca, añadiendo plantas que varían ligeramente los efectos. Se puede comparar con la antigua forma de elaborar el vino en nuestro país, cuando cada familia campesina o cada pueblecito elaboraba su vino y estaba orgulloso de su sapiencia y del sabor y potencia alcohólica que conseguía. Dado que la ayahuasca necesita, para ser elaborada, los componentes mínimos citados, se calcula que hay unas 5000 posibilidades de combinar plantas que aporten cada uno de ambos componentes para proporcionar la ebullición psicoactiva. ¿Quién la usa y para qué? El mismo informe señala que la ayahuasca se consume desde hace, por lo menos, 10.000 años en toda la cuenca amazónica por parte de millones de personas. En la actualidad siguen tomando esta mixtura psicoactiva unas 75 etnias indígenas de la Alta y la Baja Amazonia, y de las altas cuencas andinas. Desde la década de los años 1930 se da también un consumo occidentalizado por parte de los nuevos sincretismos religiosos nacidos en Brasil. Desde la década de los años 1970 se está usando en tratamientos vanguardistas de toxicomanías y comportamientos compulsivos. En la actualidad, se consume en Venezuela, Colombia (donde toma el nombre popular de yagé), Ecuador (natema), Perú, Brasil (donde se conoce por jurema, chá y daime), Uruguay y Chile. También se registra consumo de ayahuasca, bajo las nuevas formas religiosas citadas, en estos países citados de Iberoamérica y además en España, Holanda, Italia, Francia, Alemania, Japón, Estados Unidos, México y Canadá. Desde la década de 1930, además del consumo chamánico indígena, cabe mencionar el uso que dan a la ayahuasca los interesantes sincretismos religiosos que han nacido en Brasil. El primero de ellos fue fundado por Raimundo Irineu Serra, un hombre negro que trabajó para el ejército brasileño durante algunos años, inmerso en la selva amazónica, fijando los lindes fronterizos entre este país y sus vecinos. Durante su estancia en el interior de la selva, Serra aprendió el uso de la ayahuasca de los propios indígenas. Al regresar al mundo civilizado creó una nueva forma ritual de ingerir y aprovechar los efectos de este psicotropo y fundó la religión denominada del Santo Daime. El Santo Daime es un típico e interesante sincretismo religioso salido del cruce entre la religión cristiana y las prácticas de curación y de chamanismo de los indígenas amazónicos. Los seguidores de esta religión, hoy más de 20.000, consumen el psicotropo sagrado y cantan sus himnos religiosos a la vez que experimentan el estado místico y estructurador en que los sumerge la mixtura. Actualmente existen varios sincretismos religiosos más que tienen como práctica central el consumo ritualizado de la ayahuasca: la Uniao do Vegetal, A Barquiña, etc. Todos estos cultos han sido aprobados por diversos gobiernos iberoamericanos y actual-mente gozan de gran prestigio social. Incluso la Uniao do Vegetal, sincretismo de carácter urbano, reúne importantes personalidades del mundo artístico e intelectual brasileño. Se han realizado varias tesis doctorales y otras investigaciones científicas sobre estos nuevos cultos religiosos que permiten alejarlos de la idea de sectas. Un interesante estudio traducido al castellano es el libro Tocado por la Luna, del antropólogo de origen escocés E. McRae (editado por Abya Yala, Quito). Conflicto con las Leyes Vigentes El comercio de DMT fue prohibido por Convenio de Viena de 21-21971, ratificado por España en Instrucción de 2-21976 (RCL 19761747 y 1943), pero según el autor no hay ningún motivo objetivo que apoye tal legislación prohibicionista. No ha habido casos de abuso ni de adicción a esta substancia, no es tóxica, no genera dependencia (más bien al contrario, es un excelente remedio para tratar otras dependencias) y no hay un solo caso de delincuencia asociada al consumo de DMT, con excepción de las personas que han sido detenidas en Europa o en los EE.UU. por transportar ayahuasca.