(RV/ReL) “El coloquio ha permitido un fructífero intercambio de opiniones sobre temas referentes a la actual coyuntura internacional y regional. Después se han detenido sobre algunos aspectos de la situación en Brasil, en particular sobre las políticas sociales para mejorar las condiciones de vida de tantas personas que viven todavía con dificultades y en la marginación, y en favorecer el papel fundamental de la familia en la lucha contra la violencia y el degrado social. Después ambas partes se han detenido en la colaboración entre la Iglesia y el Estado con miras a la promoción de los valores morales y del bien común, no sólo en el país, sino de manera especial a favor de África. A este respecto, después de haber recordado la grata visita que el Santo Padre realizó a Brasil en mayo de 2007 en ocasión de la V Asamblea General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe en Aparecida, se ha manifestado el grato placer por la firma del Acuerdo entre la Santa Sede y el Brasil que ha tenido lugar sucesivamente en el contexto de esta visita. Lula da Silva invitó al Santo Padre a visitar de nuevo Brasil, a lo que el Papa respondió diciendo "Veremos" Tras el acuerdo se emitió el siguiente comunicado: “Hoy Jueves 13 de noviembre de 2008 en el palacio Apostólico Vaticano se ha suscrito un acuerdo entre la Santa Sede y Brasil. Han firmado por parte de la Santa Sede el arzobispo Dominique Mamberti y por parte brasileña Chelso Amorin, ministro de exteriores. Han asistido al acto, el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de estado, el cardenal Claudio Humes prefecto de la Congregación para el Clero, el nuncio monseñor Baldisseri, monseñor Pietro Parolin subsecretario para las Relaciones con los Estados y otros seis monseñores. Por parte de Brasil estaban presentes el presidente Lula da Silva con su esposa, el ministro de defensa, otros dos ministros del gobierno, el embajador de Brasil ante la Santa Sede y séquito. El acuerdo, que consolida ulteriormente los tradicionales vínculos de amistad y de colaboración existentes entre las dos partes, se compone de un preámbulo y 20 artículos que disciplinan varios ámbitos, entre los cuales: el estado jurídico de la Iglesia católica en Brasil, el reconocimiento de los títulos de estudio, la enseñanza religiosa en las escuelas públicas, el matrimonio canónico y el régimen fiscal. El acuerdo entrará en vigor tras el intercambio de los instrumentos de ratificación.