(Agencias) "Cada persona es un fin en sí misma y no se puede usar una persona como medio para salvar a otra", afirmó el cardenal, presidente del Consejo Pontificio para los Operadores sanitarios durante la presentación de la XXIII Conferencia sobre "Pastoral en la curación de niños enfermos", que se celebrará del 13 al 15 de noviembre en Vaticano. Preguntado si había contradicción entre ciencia y fe a la hora de curar, Lozano Barragán dijo que "en línea de máxima" no la hay y sobre si era lícito traer al mundo un hijo para curar a otro, el cardenal mexicano advirtió de la dignidad del ser humano desde su concepción y se refirió al "reciente caso en España" del nacimiento de un bebé para curar a su hermano. "El principio fundamental es que lo que construye el hombre es bueno y lo que destruye es malo y en ese caso se ha destruido primero otra vida (en referencia a la eliminación de embriones). No es una acción éticamente válida, ya que ningún hombre, ninguna persona puede ser usada como medio para que viva otra", dijo Lozano Barragán. El pasado 14 de octubre el Servicio de Salud de Andalucía informó del nacimiento del primer niño en España programado genéticamente para poder ayudar a su hermano de seis años a superar una anemia congénita severa. Para curarlo, los médicos le trasplantarán la sangre del cordón umbilical del recién nacido, libre de la enfermedad hereditaria denominada beta-Talasemia mayor. El "ministro de Sanidad" del Vaticano condenó el uso de las células madres embrionarias y se mostró a favor de que se usen para la investigación las adultas o las procedentes del cordón umbilical. "Las células madres embrionarias, según las últimas investigaciones, no sirven para nada. Las que tienen una validez son las procedentes del cordón umbilical o adultas", subrayó el cardenal.