(Norte de Castilla/ReL) El proceso ha pasado ya por todas las etapas previstas en este tipo de causas de canonización. El expediente se completó en la Diócesis de Palencia, donde un jurado presidido por Ginés Ampudia reunió toda la documentación precisa que fue remitida a Roma. Posteriormente, ya en el Vaticano, el expediente ha sido aprobado por las tres comisiones previstas en la legislación eclesiástica, la de los médicos, la de los teólogos y, finalmente, la de los cardenales. Rafael Arnáiz Barón abandonó los estudios de Arquitectura para ingresar en 1924 en el monasterio de Dueñas. El monje trapense dejó como testimonio numerosos escritos que fueron recopilados tras su muerte y que se unieron a las cartas enviadas a sus familiares más cercanos. Este material documental fue el germen del proceso de beatificación en septiembre de 1960, que concluyó tras aprobarse una curación milagrosa a una joven palentina, el 27 de septiembre de 1992 en la plaza de San Pedro de Roma, cuando Juan Pablo II le elevó a lo altares. La aprobación del segundo milagro, que curó a una joven madrileña, supone ya la canonización del beato en una fecha aún por precisar. Cuando Rafael Arnáiz fue beatificado, el monasterio de San Isidro de Dueñas le dedicó una capilla que acoge sus restos mortales y que se ha convertido en un foco de atención de fieles católicos.