El P. John Corrigan, sacerdote de la Diócesis de Ballarat en Australia, y participante en un curso sobre exorcismos en Roma, ha recordado la importancia del ministerio de Exorcismo, pero señaló una "crisis de fe" en los creyentes de hoy que dificulta la labor de contrarrestar la acción del maligno, prolongando la duración de los exorcismos, según recoge la agencia de noticias Gaudium Press.
"Hay dos errores iguales y opuestos que las personas cometen sobre los demonios. Una es no creer en su existencia. La otra es creer, y sentir un interés excesivo y enfermizo en ellos", indicó el sacerdote, quien destacó que existan espacios de formación en los que se tome en serio la existencia y acción del demonio y al tiempo se preserve la sobriedad al analizar este desafío. Por ese motivo aconsejó replicar de manera local este tipo de espacios de formación para los fieles.
Sobre las lecciones impartidas en el curso, el P. Corrigan destacó una pregunta formulada durante una de las sesiones. Uno de los presentes lamentó que en algunos casos una persona requiriera de 12 a 18 meses de exorcismos para obtener su liberación. Esto contrasta notablemente con los relatos de los Hechos de los Apóstoles y registros de otras épocas. "¿Son nuestros ritos menos poderosos? ¿Estamos haciendo algo mal?", cuestionaba el participante.
"La respuesta fue larga y exhaustiva, profundizando en la historia del ritual de la Iglesia y la precisión de las fuentes antiguas y medievales", comentó el sacerdote. Pero la conclusión fue fascinante: “Quizás no son nuestros ritos los que tienen la culpa, sino la fe de la Iglesia".
Esta posibilidad encuadra bien con el concepto de la "comunión de pecado" descrita por San Juan Pablo II, según la cual los pecado individuales tienen efecto sobre la totalidad del Cuerpo de Cristo. "Como recordarán, Jesús relacionó su ministerio de sanación con la fe de la gente. Sus milagros en Nazaret fueron limitados debido a la falta de fe", recordó el sacerdote.
Esta situación podría afectar el ministerio del Exorcismo. "Una terrible crisis de fe aflige al mundo moderno. Quizás no deberíamos sorprendernos si el proceso de exorcismo lleva más tiempo que en épocas pasadas", lamentó el sacerdote. "Esa idea me ha conmovido, y espero que también te inspire, a hacer actos de fe frecuentes todos los días, entre ellos: '¡Señor, creo! Ayuda a mi incredulidad'".